Tras los disparos, el hombre llamó a su hijo para confesar el crimen, y la policía descubrió que la mujer había fallecido de 6 disparos, en la cabeza y en la espalda. Ahora, 6 años después, el hombre admite los hechos pero alega que se produjeron cuando él estaba dormido, y que lo hizo sonámbulo.
De esta manera, Raymond asegura no ser totalmente responsable de la muerte de su esposa. Las autoridades aseguran que en el momento de su detención el hombre repitió algo parecido, pero no haciendo alusión a su sonambulismo, sino a que esa situación era "como un sueño del que desearía despertar"
Su hijo confirmó ante el tribunal que su padre había estado en tratamiento psiquiátrico y que había estado tomando medicamentos que en ocasiones mezclaba con alcohol.