Según recoge ABC, Esta última Navidad ha sido tal vez una de las más complicadas para Rocío Carrasco. Alejada desde hace años de su familia (y de los focos) y con una relación nula con sus dos hijos, Rocío y David Flores, fruto de su matrimonio conAntonio David Flores, ha visto cómo los detalles de su vida volvía a verse expuesta tras la participación de su exmarido en la última edición de «Gran Hermano Vip».
Recluida en la intimidad de su hogar y apoyándose en su marido, el abogado sevillano Fidel Albiac, la hija de la desaparecida Rocío Jurado no se ha pronunciado en ningún momento sobre la polémica. Su entorno más cercano, sus amigos, tampoco hablan sobre la vida de Rociíto, por petición expresa suya. No obstante, María Teresa Campos, la que es para ella su verdadera familia, ha roto su silencio en una entrevista para la revista «¡Hola!».
A pesar de que las páginas de dicha publicación estaban destinadas a abordar la mediática e inexplicable ruptura de la presentadora y el humorista Edmundo Arrocet, la televisiva confesó también que los últimos meses han hecho mella en la hija de Pedro Carrasco. Y es que Rocío Carrasco celebró un año más la Nochevieja rodeada de las personas que ella considera su familia: las Campos.
«La gran alegría del Fin de Año ha sido ver a Rocío y Fidel. A ella la he llegado a ver muy mal y pensar...un día van a hacer un mal tan grande...No quiero ni decirlo. Pero ella estaba guapísima. Y Fidel también, que lo adoro», deja caer. Eso sí, no sin dejarse en el tintero un dardo envenenado a Antonio David: «Al final se sabrá la verdad de todo. Algún día».
Terelu Campos, por su parte confiesa que para la hija de «la más grande» están siendo unos «meses terribles» y que «Rocío hizo un esfuerzo muy grande para que mamá la viera bien» en la celebración de fin de año.
