Se destapa la guerra en el clan Dúrcal: La ruina de Shaila y la nula relación de los hermanos

La hija pequeña de Rocío Dúrcal y Junior ha vuelto a España, a la casa familiar de Torrelodones y no se habla con los suyos
Se destapa la guerra en el clan Dúrcal: La ruina de Shaila y la nula relación de los hermanos
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Según informa en exclusiva Informalia, Shaila Dúrcal regresó a España este verano para establecer su residencia de nuevo aquí. Tras 20 años en México, la hija de Rocío Dúrcal y Junior comienza una nueva vida en tierras madrileñas junto a su marido, Dorio Ferreira, y la hija de este, Aitana. Los tres se alojarán en el chalet de Torrelodones que perteneció a sus padres.

Informalia ha podido saber el principal motivo de este cambio de residencia. Según cuentan a este portal fuentes cercanas a la familia, Shaila está pasando por un momento económico muy delicado, puesto que en México apenas tenía ingresos y sí muchos gastos. Para tratar de arreglar su economía, ha decidido volver a España e instalarse en la casa que heredaron sus hermanos de sus padres.

Ella misma ha confirmado en las últimas horas que "la base por ahora va a ser España, cerca de mi familia, de mi gente". Así, Shaila, a sus 40 años cumplidos el pasado 28 de agosto, ha encontrado el refugio ideal para partir de cero y reconstruir su economía, tocada ya antes del Covid-19 y más dañada aún tras la pandemia. Sin conciertos, sin eventos y sin nuevo disco a la vista, todo está en el aire.

Mala relación con su hermana Carmen

La situación familiar también atraviesa serios problemas. Personas de su entorno nos aseguran que no se habla con su hermana, Carmen Morales. La relación entre ambas es nula. Sí mantiene un estrecho vínculo con su hermano, Antonio Morales, quien tampoco tiene apenas contacto con Carmen.

La fractura entre los hermanos (Shaila y Antonio por un lado, y Carmen por el otro)  se debe a los conflictos derivados de la herencia de sus padres. Tras la muerte de Rocío Dúrcal, en marzo de 2006, estalló la primera guerra familiar. Carmen y Antonio pleitearon contra su padre por desacuerdo en el reparto de los bienes de su madre. En 2011 llegaron a un acuerdo extrajudicial, lo que permitió a los hijos reconciliarse con Junior y acompañarle hasta la muerte.

El 15 de abril de 2014, el marido de Rocío Dúrcal falleció, dejando un impresionante legado a sus retoños: varios locales en Madrid, dos solares en Marbella, la casa familiar de Torrelodones, cuya finca rozaba los 10.000 metros cuadrados y es considerada la joya de la corona de la herencia, y alguna otra propiedad en el extranjero.

El reparto de las propiedades ha provocado una guerra sin cuartel entre los hermanos, cuyas batallas soterradas han acabado con la unión familiar, ésa de la que presumían en marzo de 2019 en Instagram. Carmen no se habla con Shaila ni con Antonio. Ellos tampoco tratan de reconciliarse con ella, tal y como aseguran fuentes de toda solvencia a este medio. La situación está en 'stand by'.

A todo esto, se une el embargo que aún pesa sobre el 33% de la casa donde crecieron los tres hermanos, la finca de Torrelodones que ahora sirve como residencia a  Shaila. El motivo de este embargo es la deuda económica contraída por Antonio con el abogado David Rocasolano, primo hermano de la reina Letizia, con quien libran una batalla en los juzgados desde hace más de cinco años.

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