El apoyo de Bildu inclina los presupuestos del Estado hacia los socios de investidura

Casado reprocha al Gobierno que hable de “Presupuestos país” cuando llevan el “sello” de Bildu y acusa a Sánchez de dejar otra “crisis brutal”
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados
photo_camera La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados

El voto favorable de Bildu a los presupuestos del Estado, anunciado este miércoles por Arnaldo Otegi, ha inclinado la balanza de los apoyos a las cuentas públicas del lado de los partidos que hicieron posible la investidura de Pedro Sánchez, mientras aleja a Ciudadanos.

El partido que lidera Inés Arrimadas, por su parte, ha elevado sus exigencias para dar su apoyo a los presupuestos aunque también ha asegurado que no piensa levantarse de la mesa ni hará caso en este sentido a las "trampas" que le pongan Podemos o los independentistas para que no participe de esta negociación.

El pleno del Congreso ha celebrado este miércoles la primera jornada del debate de totalidad de los presupuestos, en la que se ha escuchado los argumentos de los siete partidos -de cuatro grupo parlamentarios- que presentan enmiendas pidiendo la devolución de estas cuentas.

Un debate en el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado que el próximo martes el Consejo de Ministros bajará el IVA de las mascarillas del 21 % al 4 % y también el precio máximo de venta de las mascarillas quirúrgicas, una medida que venía demandando la oposición.

El Gobierno ha reclamado una vez más a las fuerzas políticas unidad y política "útil" para sacar adelante estas cuentas "de país" y criticaba la "irresponsabilidad manifiesta" de los enmendantes.

Así lo apuntaba Montero, quien pedía además que no haya vetos cruzados entre las fuerzas políticas porque eso sólo lleva al "inmovilismo y la frustración".

Pero los vetos y las exigencias cruzadas persisten, y el anuncio de Bildu de que salvo sorpresas acabará apoyando las cuentas ha reforzado la posibilidad de que sean los socios de investidura, sin Ciudadanos, los que acaben sacando adelante el proyecto.

Aunque no interviene hasta este jueves, el partido de Inés Arrimadas ya ha dejado claro que no piensa levantarse de la negociación, si bien ha aumentado sus condiciones para apoyar las cuentas.

Además de insistir en exigir al Ejecutivo la retirada de la enmienda de la ley educativa para que el castellano deje de ser lengua vehicular -una modificación que se votará antes que los Presupuestos- quiere un compromiso escrito de que no habrá un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

El anuncio de Bildu también ha sido objeto de buena parte de las intervenciones de la oposición, sobre todo de PP y Vox.

El líder del PP, Pablo Casado ha exigido saber qué ha pactado el Gobierno con Bildu para lograr su apoyo.

Casado ha defendido que la "hoja de ruta" de Sánchez es "pactar con aquellos que quieren destruir la nación", y ha lamentado que haya elegido los extremos en lugar del centro.

Además, ha definido estas cuentas como las del "despilfarro, del déficit y del desempleo".

Montero ha lamentado que el PP "busque la confrontación para derribar a un Gobierno" en un momento de pandemia y le ha reprochado hacer "antipolítica" y recurrir a las mentiras.

Desde Vox, Iván Espinosa de los Monteros ha acusado a Sánchez de que su alianza con EH Bildu "hiela la sangre a los socialistas" y le ha advertido de que, "teniendo víctimas de ETA, ésa es una línea roja que no puede cruzar".

Ha acusado además al Gobierno de traer un Presupuesto de la "propaganda" que sirve para "pagar las facturas de sus socios" y ha advertido de que la subida de los impuestos la "pagarán las clases medias".

La portavoz de JxCat Laura Borràs, ha considerado que el proyecto presupuestario "resulta insuficiente para afrontar los retos sociales y económicos de la sociedad catalana", por lo que su partido sería "irresponsable" si no exigiera una mejora.

Mientras, el portavoz del BNG, Néstor Rego, ha rechazado las cuentas porque "no recogen las necesidades de Galicia y de su gente", y ha criticado que el Gobierno plantee "el chantaje de que o esto o el caos" porque "otros presupuestos mejores para Galicia son posibles".

Durante la defensa de las cuentas, Montero ha asegurado que la previsión de ingresos "es realista" y ha rechazado las críticas a unas previsiones macroeconómicas desfasadas.

Ha repasado todas las medidas de ingresos y gastos y entre las fiscales -que incluyen desde la subida del IRPF para rentas altas a las menores exenciones en el impuesto de sociedades- ha citado el aumento del impuesto de hidrocarburos para el diésel, a pesar de que tanto PNV como Ciudadanos han pedido su retirada en el marco de las negociaciones presupuestarias.

La ministra ha defendido unos presupuestos que aportarán una renta media indirecta de 5.321 euros a cada ciudadano y ha reiterado que es momento de que los partidos aporten su granito de arena para que haya recuperación lo antes posible, porque igual que los sanitarios, "no se rinden".

El desacuerdo es sano pero ojalá sea el origen del consenso que necesitamos ahora", ha indicado al tiempo que ha cifrado en 216.000 millones de euros el impacto de todas las medidas económicas aprobadas hasta ahora para afrontar la COVID-19 y ha advertido de que sin ellas el PIB habría caído hasta el 25 %.

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