"Esperanza Mediterráneo", el hito que hizo a España el refugio del Aquarius

Se llamó "Esperanza del Mediterráneo", un operativo de emergencia sin precedentes que se diseñó sin pestañear para acoger en Valencia a los 629 inmigrantes rescatados por el Aquarius en aguas libias

El Aquarius llega a Valencia entre cánticos y aplausos pero con un horizonte incierto - EP
photo_camera "Esperanza Mediterráneo", el hito que hizo a España el refugio del Aquarius hace un año

Era una carrera contrarreloj de ayuda humanitaria y emergencia logística, apenas seis días para coordinar a 2.300 personas, habilitar hospitales y albergues, garantizar la intimidad de los protagonistas y, sin quererlo, dar una imagen de solidaridad y refugio desde España que ha quedado para la historia.

Se llamó "Esperanza del Mediterráneo", un operativo de emergencia sin precedentes que se diseñó sin pestañear para acoger en Valencia a los 629 inmigrantes rescatados por el Aquarius en aguas libias, que cumple ahora un año y figura ya como un hito para sus organizadores (instituciones públicas, ONG, voluntarios, entidades privadas y empresas), según recuerdan varios de ellos a EFE.

Era una emergencia "pura y dura" y se hizo "lo que se tenía que hacer, y más", admite la responsable del programa de refugiados de Cruz Roja Española Cristina Domínguez, quien aplaude la gran coordinación que se produjo entre esta organización humanitaria y el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento.

Cruz Roja Comunitat Valenciana colaboró con 936 personas: 272 en la acogida de inmigrantes en el puerto, 471 en el albergue de emergencia de Cheste (Valencia) y 193 en las residencias y albergues de Castellón, Alicante y Cheste, y se atendió a un total de 661 personas (entre inmigrantes y personal que iba con ellos en los tres barcos -Aquarius y los italianos de apoyo Datillo y Orione-).

De las 2.300 personas que participaron en el dispositivo -que se desarrolló sin incidente alguno-, 900 eran traductoras que se coordinaron con 70 abogados y personal sanitario, asistencial y policial.

Y de los 629 inmigrantes, en su mayoría sudaneses y nigerianos, Cruz Roja acogió a 140 en distintos dispositivos de toda España, la mayoría de los cuales sigue en fase de orientación laboral y el resto con otras entidades sociales y humanitarias.

Las provincias que recibieron mayor número de asignaciones a plazas de Cruz Roja fueron Almería (17, de las que 13 reciben aún apoyo de esta entidad), Pamplona (16, que siguen recibiendo apoyo), Valencia (13 y 10) y Baleares (17 y 8), aunque también fueron a Castellón, Alicante, Cantabria, Granada o Cádiz.

El 85 % de las personas acogidas sigue siendo apoyado por Cruz Roja. La mayoría está en fase de integración, fuera ya de los recursos de acogida temporal, aunque excepcionalmente algunas permanecen en estos recursos dada su situación de vulnerabilidad (problemas sanitarios, psicológicos o adaptativos).

Durante los seis primeros meses han estado en centros de refugiados o pisos supervisados por Cruz Roja u otras entidades; se les ha dado formación básica e idiomática, asistencia psicológica, adaptación al entorno y enseñanza de gestiones básicas.

En cuanto a los 70 menores de edad no acompañados (menas) que llegaron en el Aquarius, 56 chicos y 14 chicas, desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirigía entonces Mónica Oltra -una de las caras más visibles y reivindicativas de aquellos días- detallan a EFE que 14 de ellos (11 chicos y 3 chicas) siguen en centros tutelados por la Generalitat.

Domínguez echa en falta un protocolo "específico" para este tipo de situaciones de emergencia y que pueda ser aplicado en una ocasión similar.

Por su parte, la dirección autonómica de Cruz Roja destaca a EFE que la atención prestada al Aquarius supuso "la mayor operación humanitaria de atención a inmigrantes en costa" que ha llevado a cabo, así como "un ejemplo de operación coordinada" con Administraciones y entidades del Tercer Sector valenciano.

Valora también la "importantísima" participación y apoyo de la sociedad civil y del mundo empresarial, "que se volcó desde el primer momento", cuando menos de una semana antes de aquel 17 de junio el recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez autorizó que el Aquarius atracara en España, tras la negativa de Italia y Malta.

Se intentaba evitar una catástrofe humanitaria -como avaló posteriormente el Tribunal Supremo- y, también, lanzar al mundo un mensaje de solidaridad, y en cuanto se dio luz verde a su llegada, todos los actores implicados se pusieron a trabajar.

"El Aquarius también nos mostró un modelo novedoso y exitoso de participación de voluntariado en coordinación con las Administraciones" en un operativo que a Cruz Roja le dio, también, una "altísima visibilidad internacional" ante 700 periodistas acreditados de 140 medios de todo el mundo.

La Generalitat calificó de "éxito" el dispositivo de "Esperanza del Mediterráneo", al que concedió su Alta Distinción en un solemne acto al que asistió Pedro Sánchez.

Y para el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio -que se estrenó en el cargo justo con este operativo-, "la respuesta española al Aquarius fue coordinada y responsable".

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