El rey Juan Carlos I comunica su decisión de trasladar su residencia fuera de España

Tras comunicar la decisión a su hijo Felipe VI, el rey Juan Carlos I ha asegurado que permanece a disposición de la Fiscalía aunque traslade su residencia fuera de España
El rey emérito Juan Carlos en una imagen de archivo - GETTY
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El rey Juan Carlos ha transmitido a Felipe VI su "meditada decisión" de trasladarse a vivir fuera de España ante la repercusión pública de "ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada, ha informado este lunes el Palacio de la Zarzuela en un comunicado.

El comunicado explica que don Juan Carlos ha enviado a su hijo una carta en la que le traslada esa decisión, que asegura que adopta "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad".

"He sido rey de España durante casi cuarenta años, y durante todos ellos siempre he querido lo mejor para España y para la Corona", asegura el anterior jefe del Estado.

Añade asimismo que pretende facilitar el ejercicio de las funciones de Felipe VI "desde la tranquilidad y el sosiego que requiere -subraya- tu alta responsabilidad".

"Mi legado y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen", añade don Juan Carlos en su carta, en la que recalca que adopta la decisión con el mismo afán de servicio a España que inspiró su reinado.

Recuerda que hace un año le trasladó su voluntad y su deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales y señala que ahora toma esta decisión guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones "y a ti -escribe dirigiéndose a su hijo- como rey".

El comunicado de Zarzuela señala que Felipe VI ha transmitido a su padre "su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".

"El rey -reza el texto- desea remarcar la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia; y al mismo tiempo quiere reafirmar los principios y valores sobre los que ésta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico".

Tras el comunicado de Zarzuela, el abogado de don Juan Carlos, Javier Sánchez Junco, ha emitido otro en el que informa de que el anterior jefe del Estado le ha dado instrucciones para que haga público que, pese a su decisión de trasladarse fuera de España, "permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna".

SEGUIRÁ COMO MIEMBRO DE LA FAMILIA REAL

Tras su decisión, Juan Carlos I va a seguir siendo miembro de la Familia Real y a conservar el título de rey que se le reconoció tras la abdicación, por lo que su estatus se mantiene invariable a pesar de su decisión de irse a vivir fuera de España, han informado a Efe fuentes de la Casa Real.

Cuando cedió el trono a su hijo Felipe en junio de 2014, el Gobierno aprobó un decreto por el que establecía que el anterior jefe del Estado conservaría el título de rey de forma vitalicia y con carácter honorífico, con tratamiento de "Majestad", una fórmula para "plasmar la gratitud por décadas de servicios a España".

De igual modo, se mantenía como miembro de la Familia Real, al igual que la reina Sofía, a pesar de su retirada de la vida pública y de la actividad institucional en junio del pasado año.

Otro de los cargos que don Juan Carlos sigue atesorando es el de capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva, condición que asumió cuando cedió a su hijo el papel de jefe supremo de los Ejércitos.

En cuanto a su estatus jurídico, Juan Carlos I conserva su aforamiento, por lo que solo podría ser juzgado por el Tribunal Supremo por delitos cometidos tras su abdicación en junio de 2014.

El rey emérito pasó a ser aforado cuando perdió la inviolabilidad que le concedía su cargo de jefe de Estado.

Su marcha de España no afecta a la asignación del Estado, puesto que dejó de recibirla el pasado 15 de marzo, después de que Felipe VI decidiera retirársela al mismo tiempo que renunció a su herencia.

LA MARCHA NO IMPLICARÁ CAMBIOS PARA LA REINA SOFÍA

Por su parte, la decisión del rey emérito no va a suponer ningún cambio en la situación de la reina Sofía, que va a mantener su residencia en el Palacio de la Zarzuela y a proseguir con su actividad institucional, como venía haciendo desde el relevo en la trono hace seis años.

La madre de Felipe VI, que se encuentra de vacaciones en el Palacio de Marivent de Palma, ha quedado al margen de la controversia al no tener relación con los presuntos negocios en los que pudo participar el rey emérito.

Don Juan Carlos y doña Sofía llevan distanciados en el plano sentimental desde hace varios años, si bien han mantenido la residencia en Zarzuela al ser miembros de la familia real tras la abdicación.

La decisión del anterior monarca de retirarse de la esfera pública en junio del pasado año tampoco afectó a la reina Sofía, ni a su agenda oficial.

Doña Sofía siempre ha representado una referencia para Felipe VI y así lo ha reconocido en público en varias ocasiones.

La última fue en diciembre de 2018, en el homenaje por el 40 aniversario de la Constitución, cuando ensalzó "el apoyo permanente y comprometido" de su madre un mes después de cumplir 80 años.

En mayo de 2017, también le expresó su "reconocimiento y admiración" por "el gran ejemplo" que ella suponía y por la "humanidad y compromiso" demostrados en favor de los más desfavorecidos.

Debido a la pandemia, doña Sofía ha visto recortada su agenda en lo que va de año, en el que sólo ha tenido media docena de actos oficiales, entre ellos, la veneración del Cristo de Medinaceli y el concierto de las víctimas del Holocausto, todos ellos protagonizados antes del estado de alarma.

Desde entonces, sólo se la ha visto dos veces, en sendas reuniones del patronato de la Fundación Reina Sofía en Zarzuela, fuera del programa institucional, rodeada de sus colaboradores más cercanos y protegida con mascarilla.

El primer encuentro tuvo lugar el 3 de junio y el último, el 14 de julio, en plena tormenta por las noticias publicadas sobre don Juan Carlos.

Desde la abdicación, el papel de doña Sofía ha menguado, aunque, además de su actividad como parte de la familia real, ha seguido mostrando su lado más solidario, apoyando iniciativas como la del combate contra los residuos plásticos en el mar.

Su momento más delicado lo vivió en abril de 2018 en la catedral de Palma, cuando protagonizó un desencuentro con la reina Letizia al querer fotografiarse con sus nietas Leonor y Sofía.

Antes de la retirada pública del rey Juan Carlos hace un año, doña Sofía protagonizó algunos actos con él que llegaron a interpretarse como una reconciliación del matrimonio, si bien no tuvieron continuidad.

Entre estos encuentros, hubo algunos eventos con amigos, como cuando fueron a la boda del tenista Rafael Nadal en Mallorca en octubre de 2019 o a su academia en la isla unos meses antes.

Durante 2020, sólo se la vio con Juan Carlos I a comienzos de año en el entierro y el funeral de la hermana mayor de éste, la infanta Pilar de Borbón, y en el de la viuda del que fue primer presidente de las Cortes tras la reinstauración de la monarquía, Torcuato Fernández-Miranda.

Como acostumbra a hacer cada verano, la reina Sofía ya se encuentra en el Palacio de Marivent de Palma, adonde llegó hace unos días con su hija mayor, la infanta Elena, y su hermana, la princesa Irene.

Su hermana es su gran apoyo moral desde hace varios años y quien suele a acompañarla a actos públicos, además de residir con ella en Zarzuela parte del año.

Con ella viajó a Atenas a principios de febrero para asistir a la presentación de los diarios de su madre, la reina Federica, junto con su otro hermano, Constantino.

REACCIONES A LA DECISIÓN

Tras conocerse la decisión de don Juan Carlos, se han sucedido las reacciones de Gobierno y partidos.

En un breve mensaje, Moncloa ha expresado su respeto por el paso que ha dado, al tiempo que ha alabado el "sentido de la ejemplaridad y transparencia que siempre han guiado" a Felipe VI desde que llegó al trono.

Sin embargo, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha tachado de "indigna" la "huida" al extranjero del rey emérito.

"Deja a la monarquía en una posición muy comprometida. Por respeto a la ciudadanía y a la democracia española, Juan Carlos I debería responder de sus actos en España y ante su pueblo", ha exigido el también líder de Unidas Podemos.

ERC, EH Bildu y Más País han convenido en interpretar como una huida la marcha al extranjero para no hacer frente a la justicia.

"La ley es igual para todos. Por eso el rey permite que su padre corrupto se marche y no dé explicaciones, el Gobierno mira hacia otro lado y los jueces del Supremo pasan porque el emérito no es independentista. La España irreformable y corrupta de siempre", ha dicho en un tuit el presidente de ERC, Oriol Junqueras, desde la cárcel.

Desde Más Madrid, su portavoz, Íñigo Errejón, ha tildado de "escandaloso" que don Juan Carlos "huya sin rendir cuentas". "Al menos, que devuelva el dinero, que buena falta le hace a nuestro país", ha añadido.

EH Bildu, a través de su diputado Jon Inarritu, ha recurrido a la ironía para juzgar la marcha: "¿Qué Estados no tienen acuerdo de extradición con Suiza?".

El PP ha mostrado su respeto por la marcha de don Juan Carlos, a quien ha reconocido su "fundamental contribución" a la democracia.

De igual modo, los populares han destacado "la labor ejemplar" de Felipe VI y el papel clave de la Corona como "símbolo de la unidad" de España, una postura compartida con Ciudadanos.

UN GOTEO DE NOTICIAS SOBRE SUS NEGOCIOS

La decisión del rey Juan Carlos I de abandonar España llega después de varias semanas de goteo constante de informaciones sobre sus presuntos negocios opacos y sucesivos mensajes del Gobierno, con su presidente, Pedro Sánchez, a la cabeza entre los que dejaban entrever la inminencia de un anuncio de este tipo.

La situación del anterior jefe del Estado después de su abdicación y su posterior retirada de la vida pública tuvo un punto de inflexión el pasado 15 de marzo.

Ese día Felipe VI anunció que en su día renunciará a la herencia de su padre y que le retiraba la asignación que hasta entonces recibía de los presupuestos del Estado, casi 200.000 euros anuales.

Lo hizo ante las informaciones publicadas sobre la investigación del origen de los 65 millones de euros ingresados en Suiza en la fundación Lucum, radicada en Panamá, para determinar si eran comisiones abonadas por Arabia Saudí a don Juan Carlos por la construcción del AVE a La Meca.

Investigaciones ante las que el rey emérito contrató los servicios del abogado Javier Sánchez-Junco.

Casi dos años antes, en julio de 2018, el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea citó a declarar al excomisario José Manuel Villarejo tras conocerse unas grabaciones de una conversación mantenida en 2015 en Londres en la que la que Corinna Larsen, amiga de don Juan Carlos, habría desvelado que éste tenía cuentas en Suiza donde habría cobrado esas comisiones procedentes de Arabia Saudí y que la utilizó como testaferro.

Meses después, la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias, y en marzo de este año, tras publicarse declaraciones ante el fiscal suizo Yves Bertossa del abogado de Larsen sobre el "regalo" de los 65 millones de euros a su clienta y de los gestores de la cuenta de Lucum, Arturo Fasana y Dante Canónica, envió una comisión rogatoria a Suiza para acceder a los datos sobre esa supuesta donación.

Lo que precipitó la decisión de Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre y de privarle de una asignación presupuestaria fue que se publicara que aparecía como segundo beneficiario de la fundación panameña.

Mientras Corinna Larsen continuó haciendo declaraciones en las que se presentaba como una víctima y aseguraba que se había puesto en contacto con don Juan Carlos para intentar acabar con lo que consideraba una "campaña de abuso" contra ella, el pasado 8 de junio la Fiscalía del Tribunal Supremo anunció que asumía la investigación que hasta entonces dirigía Anticorrupción.

Un anuncio debido que el rey emérito es una de las personas que podrían estar involucradas en el pago de comisiones por parte de Arabia Saudí y tiene la condición de aforado.

El objetivo de la Fiscalía es delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos ocurridos desde junio de 2014, ya que fue entonces cuando perdió la inviolabilidad que le reconocía la Constitución como jefe de Estado.

La evolución de los acontecimientos provocó un nuevo intento de varios grupos del Congreso, entre ellos Unidas Podemos, de crear una comisión de investigación parlamentaria. Pero los votos de PSOE, PP y Vox volvieron a impedirlo.

El mes de julio abrió la puerta a una avalancha de noticias sobre los pormenores de los hechos investigados.

Así, se sucedieron titulares como que Larsen declaró que los 65 millones que le transfirió don Juan Carlos en señal de "gratitud" procedían de una donación del ya fallecido rey Abdalá de Arabia Saudí o que Canónica afirmó que el padre de Felipe VI le encargó en Zarzuela "crear una estructura" para transferir una "importante donación" que iba a recibir de Abdalá.

También que Juan Carlos I hizo cuantiosas y periódicas retiradas de efectivo de la cuenta a nombre de Lucum por importes que superaban los 100.000 euros al mes entre 2008 y 2012.

Noticias que han ido alimentando declaraciones de partidos nacionalistas y de otros como Unidas Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, sobre la inviolabilidad de la Corona y la utilidad de la monarquía.

Pero también llevaron al Gobierno a lanzar una serie de mensajes que hacían presagiar un anuncio como el hecho público este lunes.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, calificó de "inquietantes y perturbadoras" las informaciones que se iban conociendo, aunque al mismo tiempo agradecía a Felipe VI que se hubiera distanciado de ellas.

Hubo declaraciones similares de otros miembros del Gobierno como Carmen Calvo, Juan Carlos Campo, José Luis Ábalos y Nadia Calviño, pero quien apuntó más claramente a una actuación en breve por parte de Zarzuela fue su portavoz.

María Jesús Montero afirmó que el Gobierno no iba a adoptar ninguna decisión y remitió a la casa real tras puntualizar que el Ejecutivo celebra las medidas pasadas y "futuras" que Felipe VI pudiera impulsar para garantizar la ejemplaridad en la Corona.

Declaraciones similares se han repetido en los últimos días ante nuevas informaciones que abonaban la posibilidad de que don Juan Carlos abandonara la Zarzuela. Eso es lo que ha comunicado este lunes a su hijo, trasladándole su intención de abandonar España.

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