Según informa Patricia Izquierdo en VANITATIS, Ana Rosa ya está de vacaciones. Un merecido descanso que se alargará como todos los años hasta el mes de septiembre y que llega después de su temporada más dura. Estar al pie del cañón cada día de la cuarentena, informando en directo del drama que ha supuesto el coronavirus y exponiéndose a cogerlo en el plató ha sido un duro reto que la reina de las mañanas ha superado con nota. Ahora toca descansar en su paraíso: su imponente casa en Sotogrande.
Una residencia provista de todo tipo de lujos donde Ana Rosa se relajará en su piscina, su terraza, su inmenso (e impoluto) salón blanco y su jardín junto a su marido, Juan Muñoz, y sus hijos Juan y Jaime.
Ubicada en una de las urbanizaciones más exclusivas de Europa, este refugio gaditano dispone de todos los servicios necesarios para no poner (salvo en contadas excepciones) un pie fuera de ella: supermercados, restaurantes, terrazas para tomarte una copa al borde del mar, campos de golf y su famoso recinto de polo hacen de esta zona una de las favoritas de los rostros más vips del panorama patrio. Por tener, tiene hasta un lago salado.
Actividades que cada año ocupan la estancia de Ana Rosa llenando su agenda estival de una intensa vida social que abarca desde comidas con amigas hasta largas jornadas en barco (sus favoritas).
Fotografiar delfines, escaparse a algún concierto en la vecina Marbella o relajarse con una copa en familia en su jardín: todos los planes de la presentadora este verano.
Con unas vistas tan fantásticas desde su casa no nos extraña que de vez en cuando aproveche y, aunque sin jugar, disfrute de algún paseo que otro por el campo de golf que tiene justo enfrente. Una zona cuidada en la que seguro ha hecho sus pinitos en alguna ocasión.
Aunque si hay un entretenimiento por antonomasia en Sotogrande, ese es el Polo, al que famosos, profesionales y anónimos acuden cada tarde para disfrutar de las diferentes copas que se disputan y sobre todo de todo el ambiente que se genera alrededor de este exclusivo evento deportivo en el que compiten entre otros Luis Alfonso de Borbón y hasta el príncipe Harry.
Tiendas, restaurantes y mucho glamour que se remata a última hora en el denominado 'afterpolo'. Una delicia de plan que por supuesto nunca se pierde Ana Rosa.
Y por la mañana, a navegar. No hay nada que le guste más a la reina de las mañanas que una buena jornada en alta mar disfrutando de la brisa en la cara y el sol en su piel tumbada sobre la cubierta. La mejor manera de broncearse a toda velocidad y de desconectar del frenético ruido de Madrid.
Paseos en los que hasta puede fotografiar a los atrevidos delfines y casi hasta tocarlos con la mano.
Incluso se fotografió en este escenario para una portada que nunca vio la luz en su extinta revista 'AR'.
Y si Sotogrande tiene planes, también los tiene la vecina Marbella, ubicada a 40 minutos apenas en coche. Planes como los conciertos de Starlite, que ningún vip se perdería por nada del mundo.
