El presidente de AMAC cree que los ATI nucleares "no deberían ir más allá" de 10 años

Por lo que insta al Gobierno central a buscar una solución tras la suspensión del proyecto de ATC en Villar de Cañas
El presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Instalaciones Nucleares (AMAC), Pedro Sánchez Yebra - EFE/Nacho Izquierdo
photo_camera El presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Instalaciones Nucleares (AMAC), Pedro Sánchez Yebra - EFE/Nacho Izquierdo

El presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Instalaciones Nucleares (AMAC), Pedro Sánchez Yebra, considera que los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) de residuos nucleares son una medida de almacenamiento temporal y "no deberían ir más allá de 10 ó 12 años", por lo que insta al Gobierno central a buscar una solución tras la suspensión del proyecto de ATC en Villar de Cañas.

Sánchez Yebra cumple en estos días su primer año en el cargo señala, en una entrevista concedida a la Agencia Efe, que ha sido un tiempo “complicado, debido a las consecuencias derivadas de la COVID-19” que ha limitado las reuniones presenciales, pero sostiene que han continuado "trabajando intensamente con los organismos e instituciones para que, a pesar del calendario previsto de cierre de centrales nucleares, no haya ningún tipo de relajación en las medidas de seguridad ante un eventual accidente que pudiera afectar a las personas o al medio ambiente".

"Hemos estado ocupados en impulsar planes de desarrollo alternativos a la industria nuclear para estar lo mejor preparados posibles ante algo que ya es una realidad”, añade.

En este sentido, la comarca de Zorita se ha convertido "en una de nuestras prioridades", asegura el presidente de AMAC, toda vez que la central nuclear José Cabrera, ubicada en Almonacid de Zorita (Guadalajara), fue la primera que se construyó en España y la primera que cesó en la producción de energía en 2006 y cuyo desmantelamiento afronta su recta final.

"En Zorita estamos trabajando contrarreloj para intentar paliar los efectos tan desfavorables como consecuencia del cierre definitivo. El desmantelamiento, de alguna manera, ha conseguido ralentizar la pérdida de empleo directo e indirecto en la zona, pero en ningún caso es comparable a los beneficios que supone una instalación nuclear en activo. Los empleos y la actividad económica son siempre muy superiores”, afirma.

Asegura que en la zona de Zorita se está realizando un importante trabajo con la elaboración de un Plan de Revitalización para la comarca “que va a permitir trabajar conjuntamente con el Ministerio de Transición Ecológica, el Instituto para la Transición Justa y otros organismos para intentar recuperar el tiempo perdido. En esta zona necesitamos con urgencia la implicación conjunta de todas las administraciones porque tenemos menos margen de tiempo para actuar que en otros lugares del resto de España”.

Valora que recientemente se ha conocido la futura instalación de una planta fotovoltaica en la zona, un “proyecto modesto con la instalación de un megavatio que para nosotros tiene un valor trascendental que va más allá de la propia dimensión del mismo. Es un gesto, en este caso realizado por Naturgy, que tiene que ser trasladado al resto de zonas nucleares”, comenta.

En su opinión, las empresas propietarias de estas instalaciones han mantenido durante años una buena relación y compromiso con los vecinos, municipios y organizaciones de la zona y opina que "deben continuar manteniendo este compromiso en la realización de proyectos futuros, siendo partícipes en la búsqueda de alternativas al monocultivo nuclear desarrollado durante de todos estos años". 

No es la única zona afectada por el cierre de una instalación nuclear. También está la zona de Garoña donde se ha elaborado un Plan "muy ambicioso que se denomina Estrategia de Dinamización” por parte de 14 municipios de AMAC, los tres Grupos de Acción Local de la zona y la Diputación de Burgos, a partir de un proceso de información y participación de la población y agentes sociales.

"Además, hemos creado una oficina técnica que se encuentra en el Valle de Tobalina que servirá para captar y desarrollar nuevas oportunidades de inversión en la zona", resalta Sánchez Yebra, que indica que "un reto muy importante de esta oficina, en el que ya lleva varios meses trabajando, es la oportunidad que se presenta con el desmantelamiento de la Central Nuclear de Santa María de Garoña".

Ante este nuevo escenario postnuclear, Sánchez Yebra considera “esencial e imprescindible” que el Gobierno central diseñe una estrategia clara ante el futuro cierre de las centrales nucleares.

"Las centrales han sido durante más de 40 años el principal motor de la economía de nuestros pueblos y no se les puede abandonar. Entendemos que no sería nada justo. Estas zonas han sido muy generosas acogiendo unas instalaciones que han generado energía eléctrica consumida en todo el país y se han implicado permanentemente en la información, transparencia y seguridad. Se les debe tratar, cuando menos, como a otras zonas donde ha existido importantes reconversiones industriales, como ha ocurrido con los lugares donde ha habido industria metalúrgica o centrales térmicas del carbón, entre otras", afirma.

Con estos objetivos trabajan desde AMAC con el Instituto para la Transición Justa, de reciente creación, que es el organismo del Estado con competencias para impulsar la coordinación de todas las administraciones y los sectores económicos para implementar estrategias de desarrollo efectivas.

En cuanto al tema de los residuos nucleares, apunta que hace unos meses se presentó el primer borrador del séptimo Plan General de Gestión de Residuos Radiactivos que sigue la línea de los anteriores, donde la gestión de los residuos de media y baja actividad seguirá realizándose en el centro de almacenamiento de El Cabril, en Hornachuelos (Córdoba), y continúa apostando por el Almacén Temporal Centralizado (ATC) como solución temporal para el combustible gastado y los residuos de alta actividad hasta la búsqueda definitiva de un almacén geológico profundo.

"Pienso que es necesario e imprescindible contar con los municipios nucleares. No se puede obviar que actualmente los municipios AMAC somos quienes albergamos en nuestro territorio los ATIs, algo que conceptualmente estaba pensado como solución de tránsito hacia los ATC que no debería ir más allá de 10 o 12 años. Se deben buscar soluciones conjuntamente", afirma Sánchez Yebra.

El presidente de AMAC considera que el Gobierno central "tiene que avanzar y marcar unas directrices claras para la gestión de los residuos radiactivos" y añade que "es un compromiso con Europa y una obligación que hay cumplir como país serio y responsable de la Unión Europea".

Tras la suspensión del proyecto de ATC en Villar de Cañas, el presidente de AMAC señala que debe definirse un plan futuro claro, ya que “no pueden continuar permanentemente los residuos vitrificados de Vandellós I en Francia", porque "supone anualmente un gasto enorme, 25 millones de euros aproximadamente, y debilita la imagen de España como país responsable que sabe gestionar sus propios asuntos”.

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