Durmiendo en la celda con Ana Julia: una mujer que mató a su marido, su ángel de la guarda

La asesina confesa del joven Gabriel durmió durante una semana con una mujer condenada por homicidio. Al conocerse la noticia, la mujer ha dimitido de su puesto. Se ha establecido un turno rotatorio y cada noche una interna distinta dormirá con ella

Durmiendo en la celda con Ana Julia: una mujer que mató a su marido, su ángel de la guarda - EL ESPAÑOL
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Según informa Brais Cedeira en EL ESPAÑOL, a lo largo de sus primeros días en la prisión de Acebuche (Almería), cuando Ana Julia Quezada se despertaba tenía a su lado a una homicida. Durante una semana, la autora confesa del asesinato del pequeño Gabriel Cruz ha dormido al lado de una presa sombra con un pasado también oscuro. La mujer, argentina, tiene unos 45 años, prácticamente la misma edad que la detenida por el reciente crimen que ha conmocionado a España.

Ana Julia llegó a la cárcel el jueves 15 de marzo. Sus compañeras la recibieron pintando pescaítos por las paredes de la prisión. El ambiente inicial era de rechazo, de violencia y de repudia hacia la nueva interna que llegaba al presidio. Por ello, los funcionarios mantenían -y mantienen- las condiciones de seguridad de la mujer para que nada le pueda ocurrir. Están todo el día pendientes de sus pasos.

Mientras la gran mayoría de reclusas recibía con hostilidad a Quezada, una de ellas se acercó a los funcionarios responsables para preguntarles por la mujer dominicana que acababa de llegar a la cárcel. En ese momento, estaban buscando a alguien que colocar al lado de Ana Julia, una presa de confianza, con el fin de protegerla de los demás y de sí misma. Y ahí aparece la mujer argentina ofreciéndose para dormir todos los días junto a la asesina confesa de Gabriel Cruz. Esta mujer también cumplía una condena importante. Al parecer, mató a su marido hace unos años. Sin embargo, tiene ya ganada la confianza de los funcionarios. Así que se convirtió en la presa sombra de la mujer.

Presa sombra 24-7

Los funcionarios depositaron su confianza en ella desde el principio. Quienes trabajan en las cárceles aceptan en esta condición a un interno cualquiera. Los presos sombra son reclusos que ya tienen un buen comportamiento en la cárcel y a los que se les puede asignar un compañero con un alto riesgo de suicidio. Están con ellos las 24 horas del día. Les acompañan a comer, al baño, a todas partes. Están 24 horas al día, los siete días de la semana atentos al preso que tienen a su cargo. Y deben estar muy pendientes de ellos.

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