Dolores, la parada arruinada por el impuesto de Sucesiones: la Junta le pide 800.000 euros

- "Esto acaba con mi muerte". El fisco andaluz ha embargado a este sevillana de 55 años todos su bienes y propiedades.

- La Junta de Andalucía valoró el legado en 3,5 millones de euros y Hacienda le pide pagar 800.000 euros, sin haber aceptado la herencia. 

- Cs consiguió que Andalucía suprimiera el impuesto de Sucesiones para los contribuyentes que heredasen menos de un millón.

Dolores, la parada arruinada por el impuesto de Sucesiones: la Junta le pide 800.000 euros - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de Enrique Recio publicado en EL ESPAÑOL

"Esto acaba con mi muerte", dice desconsolada María Dolores de los Santos. A esta sevillana desempleada de 55 años le han embargado todos sus bienes y propiedades. No tiene nada. Por ahora, vive en una casa que ya no es suya y que le pueden subastar en cualquier momento, le han quitado los 80.000 euros que había ahorrado durante toda su vida, la posibilidad de darle unos estudios a su hija de 16 años, de tener, en definitiva, un futuro. La Agencia Tributaria se le ha echado encima y le pide 800.000 euros por no haber liquidado el impuesto de Sucesiones de la herencia de sus padres, un legado que nunca aceptó ni recibió. 

María Dolores ha dedicado su vida a cuidar de sus padres y de su abuela. Ha visto cómo su familia se deslomaba cada día de su existencia para construir lo que ahora ni siquiera puede tocar. Su marido, de 53 años, está estudiando para ser maestro y es el que ahora tira de ella y de su hija. Cobra una renta activa de inserción de 430 euros mensuales. Es el único dinero que entra en casa o, al menos, donde ahora viven. 

Con la voz entrecortada y conteniendo las lágrimas, en conversación con EL ESPAÑOL, Dolores cuenta cómo empezó todo, cómo en cuestión de tres años se ha "hundido su mundo", su perspectiva. "He estado todo este tiempo sin saber cómo salir de este túnel". Esta sevillana hace de su nombre, una realidad y habla de una herencia que no ha heredado ni piensa heredar. 

Su padre había fallecido en 2012 y tres años después lo hizo su madre. En ninguno de los dos casos, ni su madre, en un primer momento, ni ella, ni su hermano, presentaron las liquidaciones por el impuesto de Sucesiones que deberían haber cumplimentado, no procedieron a aceptar la herencia y tampoco se adjudicaron bien alguno. Simplemente continuaron con sus vidas, pero este tributo se tenía que declarar en un plazo de seis meses contados desde el día en el que un familiar directo fallece, siempre y cuando los herederos acepten la herencia

En caso de no aceptarla, se debe renunciar a la misma si no se puede afrontar el pago del impuesto o no quiere heredar deudas. 

Le dijeron directamente que le embargaban

Nadie hizo nada. Pero a finales del año 2015 Dolores recibió la visita de una funcionaria en su casa. La Agencia Tributaria le decía que no había cumplido con su obligación de liquidar el impuesto tras la muerte de su madre y le comunicaban que le embargaban la casa. Descolgó el teléfono, ya nerviosa, relata la afectada, y llamó al Erario Público andaluz, comunicando que su padre también había fallecido. Algo que dicho ente desconocía. 

Cuando acudió a la Junta de Andalucía, Dolores llevó todos los papeles que tenía en su mano: el testamento y el dinero de las cuentas bancarias. Allí le recomendaron firmar un "acta de conformidad" por la herencia de sus padres para "evitar una multa mayor". La funcionaria le dijo que tenía que firmar y pagar. "Estaba desbordada y asustada, nadie me dijo que tenía que ir a un notario, ni que tenía que aceptar la herencia. Así que firmé, pero en realidad di cuatro pasos atrás", relata entre llantos, la afectada. 

Fue entonces cuando la Hacienda de la Junta de Andalucía puso en marcha toda su maquinaria sancionadora, valoró el legado de sus padres en 3,5 millones de euros y el organismo autonómico le reclamó más de 800.000 euros a cada uno de los hermanos por el montante de la deuda del impuesto de sucesiones, la sanción y los intereses. Una suma que con el paso del tiempo, se va haciendo más y más grande. 

El siguiente capítulo fue poco después en la Agencia Tributaria estatal, encargada de ejecutar los embargos. Allí fue cuando la funcionaria le pidió toda la documentación relativa a la herencia de sus padres así como el documento en el que ella había aceptado recibir el legado. Pero no tenía dicha documentación. La trabajadora sorprendida, le dijo: "Es la primera vez que giro un impuesto sin el documento de aceptación de la herencia". A Dolores le saltaron todas las alarmas y tras vivir prácticamente su desgracia en silencio, pidió ayuda a la Asociación Stop Impuesto Sucesiones. 

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