La dieta mediterránea atenúa los efectos adversos de una molécula en el riesgo cardiovascular

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Unos niveles de sangre altos de cerámidas, unas moléculas de la familia de las grasas que forman parte de las membranas de las células, aumentan la posibilidad de sufrir un episodio cardiovascular. La dieta mediterránea atenúa los efectos adversos de estas moléculas sobre el riesgo cardiovascular.

Así lo ha demostrado un estudio conjunto de la Universidad de Navarra y Harvard T.H. Chan School of Public Health liderado por Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de la Facultad de Medicina y miembro de CIBERobn.

La investigación, que ha sido publicada por la revista Circulation, apoya la hipótesis de que las cerámidas, que pueden ser precursoras de la apoptosis o muerte celular programada, se asocian a mayor riesgo cardiovascular y sugiere que su presencia elevada en sangre puede estar en relación con el envejecimiento celular.

"Nuestro objetivo con este trabajo es el uso de la metabolómica para comprender los mecanismos moleculares que pueden explicar cómo la dieta mediterránea actúa en la prevención de enfermedades cardiovasculares", ha explicado el profesor. En este sentido, ha detallado que "hemos demostrado que esta pauta de alimentación contrarresta los efectos adversos de las cerámidas".

En la investigación, además de otros miembros españoles de la red de Investigación PREDIMED, ha participado un equipo de Boston compuesto por Walter C. Willett, autor de Nutritional Epidemiology y uno de los mayores expertos mundiales en Nutrición; Frank Hu, director del departamento de Nutrición de Harvard; Bernard A. Rosner, experto en Bioestadística del centro norteamericano; y Clary Clish, responsable de la plataforma de metabolómica del Instituto Broad en Boston, entre otros.

Dentro del proyecto de investigación de metabolómica, financiado por los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de Salud) de Estados Unidos y concedido a Frank Hu, de Harvard University, y Miguel Ángel Martínez-González, también se ha estudiado la relación entre el triptófano y la dieta mediterránea, ha explicado la Universidad de Navarra en un comunicado.

El triptófano es un aminoácido esencial que está implicado en la síntesis de la serotonina, una molécula relacionada con la depresión. Éste procede de las proteínas de los alimentos y se sabe que cuando sus niveles disminuyen en personas que han sufrido depresión, puede producirse una recaída.

Además de esto, el triptófano está implicado en la vía metabólica de otras sustancias llamadas quinureninas que tienen relación con los procesos inflamatorios.

"Nuestra investigación, que recientemente ha sido publicada en el Journal of Nutrition y seleccionada como artículo distinguido del mes, sugiere que incrementos de los niveles de triptófano en sangre se asocian a menor riesgo cardiovascular y que parte del efecto cardioprotector de la dieta mediterránea puede explicarse por cambios en la ruta metabólica de este animoácido y de las quinurerinas que se asocian a la inflamación", ha señalado Miguel Ángel Martínez-González.

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