Cuidar de un país envejecido, el reto de las generaciones españolas del futuro

A diferencia de lo que ocurre en otros pueblos europeos, en España, pese a la diversidad y la pluralidad de las formas de vida, se sigue manteniendo una cultura que refuerza los lazos familiares y dicta quién es el responsable de hacerse cargo de los mayores

La revolución de los mayores: un colectivo que reclama sus derechos y tiene mucho que decir
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Con una tasa de natalidad en mínimos históricos, la esperanza de vida cada vez más alta y un fuerte arraigo de la cultura familiar, el cuidado de las personas mayores se ha convertido en el gran reto de las próximas generaciones en España, un país que envejece.

A diferencia de lo que ocurre en otros pueblos europeos, en España, pese a la diversidad y la pluralidad de las formas de vida, se sigue manteniendo una cultura que refuerza los lazos familiares y dicta quién es el responsable de hacerse cargo de los mayores.

El profesor de Sociología de la Universidad de Málaga y exdirector del Departamento de Investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) Luis Ayuso ha explicado a Efe que vivimos en un país en el que por norma "las personas mayores tienen que ser cuidadas por un miembro de la familia".

"Es lo que opina el 70 por ciento de los españoles", ha sostenido Ayuso, que advierte que, de mantenerse una tendencia de natalidad descendente, en el futuro "habrá muchas personas mayores y muy pocos jóvenes que puedan hacerse cargo de ellos".

Según el profesor, que recientemente ha publicado su trabajo "Nuevas imágenes del cambio familiar en España", el 90 por ciento de las personas afirman tener hijos por el placer de ser padres, pero hay un 65 por ciento que asegura tenerlos para poder ser cuidados cuando envejezcan.

A pesar de ello, en España está perdiendo prestigio el hecho de ser padre, porque "no solo está disminuyendo el número de hijos sino también el deseo de tenerlos".

Entre los principales motivos destaca un proceso de inserción en el mundo laboral mas tardío, difícil y con sueldos precarios.

Cada vez son más aquellos que "no están dispuestos a renunciar a un puesto de trabajo que les ha costado mucho esfuerzo y tiempo conseguir simplemente por tener un hijo", ha explicado.

Al analizar la situación, se debe tener en cuenta, además, la desaparición del modelo de mujer tradicional que trabajaba dentro de casa y se encargaba de cocinar, cuidar de los hijos y los abuelos y sacar el hogar adelante.

"Ese modelo de mujer está en declive absoluto por la incorporación masiva al mercado laboral", ha apuntado el profesor, que considera prácticamente extinta la imagen de la "súper mamá que pasa tres horas en la cocina para que toda la familia vaya a comer a casa".

Para Ayuso la solución radica en apostar por "un gran pacto por las familias" y que el Estado empiece a considerar el hecho de tener hijos como un problema social, y no algo privado.

"Estamos hablando de cultura de país, por eso hay que trabajar a nivel económico y demográfico para el desarrollo de políticas familiares", aunque lo más importante es entender "el papel de la familia en nuestro país, sus demandas y la fórmula para mejorar su situación", ha dicho.

Las políticas de natalidad no existen en España y según Luis Ayuso "el único modelo de política familiar que tenemos es el que se aplicó durante el franquismo", por lo que hablar de familia siempre ha provocado rechazo por estar relacionado con un régimen dictatorial.

"Los temas de familia afectan a todos los ciudadanos por igual, aunque los medios de comunicación solo se hacen eco cuando salen a la luz cifras alarmantes", ha sostenido.

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