Opinión

Cuentas y cuentos

Si finalmente hubiera unos nuevos presupuestos para el 2019 su contenido estarían basados en 20 veinte medidas :

– Subida del IRPF de la rentas superiores a los 130.000 euros

– Subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros en el 2019.

– Reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos para dar más protección a los inquilinos y permitir la regulación por parte de los ayuntamientos de precios del alquiler en zonas tensionadas y un aumento 200 millones de euros en el presupuesto del Plan Estatal de Vivienda.

– Revalorización de las pensiones de acuerdo con el IPC y subida de las pensiones mínimas y no contributivas un 3 por ciento en el 2019.

– Desarrollo del modelo de transición energética, creación de un bono social energético único quiere venir y revisar los beneficios a las eléctricas.

– Aumento de la dotación de las ayudas a la dependencia.

– Apoyo a la Ley de Violencias Sexuales propuesta por Podemos.

– Permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles por ley.

– Aumento de la prestación por hijo a cargo de los 291 euros anuales hasta los 473 euros anuales.

– Acuerdo para mejorar las becas y reducción de tasas universitarias.

– Reforma de la ley electoral con regulación del ‘mailing’ conjunto y listas cremallera obligatorias.

– Recuperación de la cotización de las horas extra a la Seguridad Social.

– Recuperación del subsidio por desempleo para mayores de 52 años estableciendo el cómputo de rentas sobre la base de la persona beneficiaria y no de la unidad familiar.

– Fin del artículo 315.3 del Código Penal, que castiga con penas de cárcel a los piquetes en las huelgas.

– Reforma del Impuesto de Sociedades para que las grandes empresas no tributen por menos del 15 por ciento, grabación de los dividendos y la plusvalía de las empresas e impuesto a las transacciones financieras.

– Subida del Impuesto de Patrimonio el 1 por ciento a las fortunas de más de 10 millones de euros.

– Autorización a los ayuntamientos para gastar su superávit en asegurar escuelas infantiles de 0 a 3 años.

– Límite a un máximo de 1.000 euros (hasta ahora era de 2.500 euros) los*pagos en efectivo entre empresarios.

– Reforma del sistema de cotización de los autónomos para vincularlo a sus ingresos reales.

– Regulación de la publicidad del juego de azar y las apuestas en línea, de ámbito estatal, similar a la de los productos del tabaco.

Esta sería, en síntesis, la hoja del ruta del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y aunque los más críticos han comentado que “la mano que meció la cuna” de la propuesta fue la de Podemos al final, y tras muchos tira y afloja, consiguieron un acuerdo a expensas de que sus socios nacionalistas e independentistas dieran su visto bueno. Y ese precisamente va a ser el escollo que impedirá que las cuentas del año próximo salgan adelante. Los de Torra y Junqueras se han negado a empezar a hablar si no se pone en la calle los políticos presos, algo que saben que es totalmente imposible, porque, a pesar de todo, en este país existe la separación de poderes y la alargada mano del Ejecutivo no puede torcer el pulso, aunque lo intente en muchas ocasiones, al poder judicial.

Incluso pensando en más adelante, cuando ya hubiera una sentencia judicial por el golpe de Estado del 1-O se ha cerrado cualquier posibilidad de acercamiento. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha dicho a todo el que quiere escucharle que ellos jamás aceptarían un indulto porque consideran porque eso sería como aceptar que han cometido un delito cosa que Junqueras no está por admitir. O sea que esa salida mirando al futuro –que algunos planteaban como un bálsamo para aprobar asuntos de enjundia en el presente– también se ha cerrado y la única solución será prorrogar los presupuestos de Rajoy y gobernar a golpe de Real Decreto. Ni habrá Presupuestos ni habrá elecciones y, de hecho, el propio presidente del Gobierno ha ratificado su intención de agotar la legislatura prorrogando las cuentas actuales y modificando algunas partidas sobre todo la subida del salario mínimo interprofesional de la que ha hecho bandera en los últimos tiempos.

Aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sigue negando que el Ejecutivo dé por hecha una prórroga en las cuentas del 2018 ante la falta de apoyos, la realidad y su propio jefe la están desmintiendo y a estas alturas de la película prácticamente nadie ni el Ejecutivo, ni la oposición, ni los círculos empresariales y sindicales creen que sea posible sacar adelante las cuentas.

Así que, al final, se han cumplidos los peores pronósticos, esos que decían que con un parlamento tan fraccionado fía “las cosas de comer” a los independentistas es una temeridad. Quiénes quieren romper el Estado, saltarse la legalidad y la ley y convertir a la Constitución en un papel mojado no van a colaborar absolutamente en nada. Ellos ven a Pedro Sanchez como una persona más dialogante y flexible que Rajoy, pero no nos engañemos jamás, jamás le van a dar un cheque en blanco y el precio que piden es tan alto que ni el presidente del gobierno ni nadie puede dárselo porque, les guste o no la separación de poderes es la columna vertebral de una democracia. En resumen que ni cuentas ni cuentos y hasta el 2020 no habrá cita con las urnas.

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