Arrimadas (Cs) se mantiene firme en su camino para condicionar los Presupuestos

Solo contempla salir del tablero si el presidente del Gobierno se decanta por ERC y Bildu
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en su encuentro mantenido esta semana en Moncloa
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en su encuentro reciente en Moncloa

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tiene claro que nada le va a apartar de su camino para condicionar los Presupuestos de 2021. Ni los últimos desplantes de Pedro Sánchez ni tampoco los desaires de Podemos porque solo contempla salir del tablero si el presidente del Gobierno se decanta por ERC y Bildu.

En ese caso Ciudadanos sí se descolgaría de apoyar las cuentas públicas porque ve incompatibles sus propuestas con las que defienden los partidos independentistas y, por eso, incluso antes de que el Gobierno haya presentado el borrador de los Presupuestos, pone la pelota en el tejado de Sánchez para que sea él quien elija a sus compañeros presupuestarios.

Un recado que Arrimadas no ha dejado de mandar al presidente del Gobierno en los últimos días, que ahora que se acerca el momento de la negociación de las cuentas ha tratado de marcar distancia con los naranjas recordando la famosa "foto de Colón" para no romper los puentes con los republicanos catalanes y otros socios de investidura, que rechazan la presencia de Cs en ese escenario.

Sin embargo, esto no ha hecho mella en Arrimadas, que desde que ha asumido el liderazgo del partido se ha aplicado en hacer valer los diez diputados en los que ha quedado reducido su grupo parlamentario, dando así un volantazo a la estrategia de Albert Rivera, que llevó el "no" a Sánchez hasta la repetición electoral del año pasado, dejándose en el empeño 42 escaños.

Resituado en el centro y marcando distancias con el PP de Pablo Casado, Ciudadanos ha podido recuperar un papel de utilidad que, en principio, le quitaron las elecciones del 10 de noviembre al convertirse en una formación que ha sido decisiva para sacar adelante las últimas prorrogas del estado de alarma y el decreto de nueva normalidad.

Ese mismo objetivo es el que está marcando los pasos de Ciudadanos de cara a la negociación de los Presupuestos, una negociación en la que ellos estarán al margen de lo que haga el PP porque lo que busca, según dicen, es que las cuentas que se aprueben sean lo más razonables y moderadas posibles, con medidas pensadas para la mayoría de los españoles, atrapados en una crisis económica y sanitaria sin precedentes.

Creen que la situación excepcional que está viviendo el país a causa de la pandemia del coronavirus requiere una tregua política y mirar más allá de los intereses partidistas y, sobre todo, que no cedan al chantaje que para Ciudadanos plantean los partidos secesionistas.

Aseguran que lo hacen por ese motivo, porque lo consideran una obligación, y no porque traten de arrimarse al Ejecutivo de Sánchez, con el que dicen no tener ni afinidades ni simpatía por mucho que haya dirigentes de otras formaciones aplicados en que den esa imagen.

Y por eso desmienten una y otra vez que haya posibilidades de que se rompan los gobiernos autonómicos que tienen con el PP gracias al apoyo externo de Vox (Madrid, Castilla y León, Andalucía y Murcia) y no tienen previsto morder el anzuelo que les tiran los socialistas para desbancar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Eso no quita para que Ciudadanos pueda votar en contra de los intereses de los populares, como han hecho en muchas ocasiones, la última al comprometer su voto para apoyar la creación de una comisión de investigación en el Congreso, promovida por el PSOE y Unidas Podemos, sobre el caso Kitchen, para esclarecer el supuesto uso de medios del Ministerio del Interior en la etapa de Mariano Rajoy para favorecer intereses del PP.

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