Según recoge Diario Gol, no ha sido un año fácil para Isabel Pantoja y toda su familia. La tonadillera todavía no ha dado la cara y continúa confinada en su casa de Cantora. Con ella está su hermano Agustín y su abuela Doña Ana. Sus hijos y sus nietos ya le han hecho una visita después de tres meses sin verla. La cantante está muy asustada y preocupada por la situación del país, pero especialmente por la salud de su madre, su mitad.
Antes del confinamiento, Isabel Pantoja ya sufrió un duro golpe. El fallecimiento de la madre de Irene Rosales, a quién la tonadillera quiere como una hija a pesar de ser su suegra. Isabel sabe que su hijo y su mujer no están bien. Son tiempos difíciles. Kiko Rivera ha tenido que cancelar todos sus bolos durante este verano. Por otro lado, su discoteca Hoyo todavía permanece cerrada. Cero ingresos. A Irene Rosales no le van mucho mejor las cosas. Por lo menos ella ha recuperado su trabajo en Viva la vida.
Irene Rosales perdió a su madre el pasado mes de febrero a causa de un cáncer. Su progenitora llevaba un tiempo luchando contra esta dura y temida enfermedad que no logró superar. La colaboradora se emocionó en el plató de Viva la vida en el mes de diciembre. Reveló que en su casa pasaban cosas, pero no quiso desvelar nada más.
Tras el desconfinamiento, Irene Rosales y Kiko Rivera tomaron la decisión de instalar al padre de ésta en su casa. Durante la cuarentena era Rosales quién iba a casa de sus padres a llevarle comida y ver si todo estaba bien. Así podrán tenerlo controlado en todo momento.
Ayer fue un tiempo difícil para ambos. La madre de Irene Rosales hubiese estado de celebración. 59 años. La colaboradora ha querido rendirle un sentido homenaje en sus redes sociales con una fotografía donde se ve a su progenitora de joven y se descubre el gran parecido con ella.
"Hoy soplarías 59 velas...Te echo tanto de menos... Te quiero con locura mami", escribe la joven junto a una estrella.
