Bender nació prematuramente el pasado 24 de mayo y midió menos que una muñeca Barbie. La madre, cuyo embarazo fue de alto riesgo debido a la elevada presión arterial, ingresó cuando un ultrasonido reveló que el tamaño del feto no era normal. Había una falta de líquido alrededor del bebé debido a una condición llamada flujo diastólico final ausente.
La pequeña también se recuperó de un procedimiento cardíaco complejo al diagnosticarle un conducto arterioso permeable (PDA), un problema común entre las microprematuras y por el que tuvo que someterse a una intervención quirúrgica.
Un equipo de enfermeras dedicadas ha tratado a Bender con atención especializada durante todo el día para ayudarla a ganar fuerza desde el día en que nació. Una de ellas, Becky Cole, aseguró que "estamos encantadas de que después de casi cinco meses Kallie se vaya a casa con su familia".
La madre de Kallie, Ebonie Bender, indicó a 'Daily Mail' que ella y su esposo, Dameon, buscaban una niña después de tener tres hijos de 18, 15 y 12 años.