Alcaldías con nombre de mujer conquistan el medio rural, que avanza en igualdad

Coinciden en una cosa, no sienten discriminación por el hecho de ser mujer y encargadas de llevar la gestión y los designios de un municipio las cinco alcaldesas que ofrecen su testimonio

La alcaldesa de Yeste (Albacete), Cortés Buendía, en una imagen de archivo
photo_camera La alcaldesa de Yeste (Albacete), Cortés Buendía, en una imagen de archivo

Mujer y alcaldesa, un binomio que hace décadas era casi impensable y que en pleno siglo XXI ha logrado abrirse camino en un terreno en el que la igualdad ha ido dando tímidos pasos de gigante y que ha sido conquistado, poco a poco, por alcaldías con nombres de mujer.

Coinciden en una cosa, no sienten discriminación por el hecho de ser mujer y encargadas de llevar la gestión y los designios de un municipio las cinco alcaldesas que han ofrecido su testimonio a Efe, una por provincia y la mayoría de zonas rurales, que reflejan una opinión generalizada en torno al avance y la evolución de los últimos años en materia de igualdad.

Tampoco el hecho de ser regidoras en municipios y núcleos de población más pequeños les ha supuesto encontrar más trabas de las propias de las zonas rurales -dificultades a la hora de prestar servicios a población dispersa- y además todas coinciden también en la inestimable ayuda de las diputaciones provinciales.

Cortes Buendía es alcaldesa socialista desde el año 2015 del municipio albaceteño de Yeste (2.700 habitantes) y ha declarado que es difícil el cargo de alcaldesa de un municipio por los pocos recursos y la mucha dispersión que existen, pero no por el hecho de ser mujer.

Cree que hay una "actitud diferente" con respeto a hace unos años cuando "quizás había gente a la que no le gustaba que una mujer le mandara o indicara qué era lo que tenía que hacer", algo que cree "más o menos superado" y añade que quizás lo más complicado es compaginar el cargo público que ostenta con las tareas del hogar.

De la misma opinión en cuanto a la no discriminación es la alcaldesa de Mazarate (Guadalajara), Lucía Enjuto, una de las más veteranas con casi 20 años como regidora en una población con 38 empadronados que sin embargo supera los 400 vecinos en el mes de agosto.

La alcaldesa 'popular' asegura que "nunca" ha tenido problemas por ser mujer y de hecho ha resaltado que, muy al contrario, en todo momento ha encontrado disponibilidad de los vecinos para ayudarla en lo que fuera menester, pero ha agregado que la baja población sí es un problema para ella y para cualquier alcalde de zona rural.

Otra alcaldesa del PP, de Campos del Paraíso (Cuenca), Ana María García, recuerda que al principio "los señores mayores miraban con cara rara" al ver que una mujer llevaría las riendas del pueblo, pero matiza que se trata solo de "sorpresa" porque no ha sentido ningún tipo de discriminación por ser mujer en una Alcaldía.

Además, Campos del Paraíso -850 habitantes- ya tuvo una alcaldesa durante 30 años, por lo que para la población no es nada nuevo que una mujer ocupe este cargo aunque el principal problema sigue siendo el mismo: el "abandono de las administraciones", ha apostillado la alcaldesa.

En El Robledo, en la provincia de Ciudad Real, Elena Tamurejo, alcaldesa del PSOE en esta última legislatura, dice no haber encontrado traba alguna por su condición de mujer y que ha contado "con mucha libertad a la hora de tomar decisiones" en su trabajo del día a día.

Sin embargo, no oculta que esta situación le ha "sorprendido" porque quizás "no era lo normal" y temía que pese a que El Robledo es un municipio "bastante abierto" con 1.111 habitantes, pudiera recibir otro trato en labores más masculinas como las obras.

Tamujero reconoce que en las zonas rurales puede ser más complicado avanzar en igualdad porque se trata de poblaciones más envejecidas que tienen una tradición adquirida desde su niñez, pero cree que el secreto está en el impulso al emprendimiento de las mujeres, que hace de alguna manera que la mujer esté más involucrada en el día a día y haya menos desigualdad.

Por último, la única alcaldesa de Izquierda Unida en Castilla-La Mancha, Milagros del Barrio, dirige el Consistorio de la localidad toledana de Esquivias desde el año 2015 y ha confesado que se siente "aceptada y muy bien recibida" en todos los ámbitos y con todas las instituciones y personas con las que se ha reunido en la legislatura.

"No me menosprecian por ser mujer", ha subrayado, y ha considerado "positiva y muy grata" la experiencia de ser alcaldesa de un municipio que alcanza casi los 5.400 habitantes.

Nacida en 1956, no obstante, Del Barrio señala que la situación era "totalmente diferente" hace años para la mujer que quería ocupar un cargo, ya sea en el ámbito público como en el privado, y que a día de hoy todavía son pocas las mujeres que están liderando una dirección de una empresa, por lo que "quedan muchos pasos por dar", ha sentenciado. 

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