Acrópolis del Cerro de las Cabezas fue ocupada desde la época íbera

El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas de Valdepeñas ofrecerá visitas teatralizadas
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La acrópolis del yacimiento íbero Cerro de las Cabezas de Valdepeñas (Ciudad Real) fue ocupada por civilizaciones más recientes que los iberos, hasta llegar a la época contemporánea, según los nuevos estudios sobre su historia que se han venido realizando durante los últimos meses.

Así lo ha dado a conocer el concejal de Cultura, Turismo, Educación y Festejos, Manuel López, que ha revelado los resultados provisionales de los estudios realizados entre los pasados meses de julio y octubre en un sector de la acrópolis, a los que se han destinado una inversión de 24.000 euros, de los cuales el Consistorio ha aportado 14.000 euros y la Junta 10.738 euros, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

Durante la presentación del informe provisional, López ha remarcado la diferencia entre la acrópolis, la parte más alta del Cerro de las Cabezas donde residían las élites de la ciudad íbera hasta finales del siglo III a.C., con el resto de la ciudad, que tras ser abandonada por los íberos no tuvo asentamientos de otras civilizaciones "por lo que se mantiene como una ciudad íbera pura".

Los estudios apuntan a que "la ocupación de la cima del cerro fue mucho más prolongada de lo que se creía hasta ahora, se ha visto ocupación en distintos periodos como la Edad de Bronce (II milenio a.C.), Edad de Hierro (s.VII-III a.C.), Edad Media (siglo VIII-XIII d.C) y se ha visto ocupación en la Edad Contemporánea (siglo XX)".

Los distintos sondeos realizados han permitido localizar materiales arqueológicos de distintas épocas, así como estructuras pertenecientes principalmente a las épocas ibérica y medieval islámica, ha ampliado el edil.

La acrópolis fue reestructurada para su ocupación en el momento de la expansión islámica, con la reutilización de muros y nuevos levantamientos de estructuras, mientras que por otra parte se han localizado grandes agujeros junto a la muralla Norte y de algunos más junto a la acrópolis que podrían ser aljibes.

No obstante, López ha precisado que los estudios también apuntan a la hipótesis de que correspondan a la extracción de materiales de piedra cuarcítica, ya que se han observado acopios de cuarcita triturada que podrían corresponderse a una pequeña explotación minera de finales del siglo XIX y principios del XX ante la demanda de metales que se creó en Europa motivada por la I Guerra Mundial.

El proyecto ha permitido estudiar los materiales arqueológicos de campañas anteriores como figuras de terracota, peines de marfil y trabajos en hueso como agujas de coser, del pelo, herramientas como punzones y algunas piedras talladas pertenecientes a inmuebles, con el objetivo de completar la investigación de todos los materiales localizados de cara a la publicación de informes y memoria general del yacimiento.

Además, López ha señalado que el doctor José Antonio Riquelme, de la Universidad de Córdoba, ha estudiado los restos faunísticos localizados en la excavación en las campañas de 2004-2016, para conocer más sobre la fauna del Cerro de las Cabezas.

Del mismo modo, el Instituto Universitario de Investigación Arqueológica Ibérica ha realizado análisis químicos del contenido de recipientes cerámicos en los que se han detectado restos de aceite de oliva, aceite de palma y aceite de grasas saturadas de origen animal y vegetal. 

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