El 90 % de las personas en tratamiento por adicción a drogas consumen alcohol

El alcohol y la cocaína son las principales sustancias por las que se pide ayuda, aunque la primera reduce de manera lenta su proporción (37,5 %), mientras que la segunda muestra una tendencia ligeramente creciente (34,9 %) y se van acercando

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El 90 % de las personas con problemas de adicción atendidas en Proyecto Hombre manifiestan consumos problemáticos y/o regulares de alcohol, aunque no sea esta la sustancia por la que demandan ayuda, y en las mujeres es la droga "por excelencia": la consumen un 12 % más que los varones.

Así se recoge en el Informe 2018 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con problemas de adicción en tratamiento, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre Drogas, y que ha sido presentado este viernes en CaixaFórum.

El alcohol y la cocaína son las principales sustancias por las que se pide ayuda, aunque la primera reduce de manera lenta su proporción (37,5 %), mientras que la segunda muestra una tendencia ligeramente creciente (34,9 %) y se van acercando.

"En el ámbito de las adicciones el alcohol es el mayor problema de salud pública en España", ha subrayado Luis Bononato, presidente de la Asociación Proyecto Hombre, quien ha lamentado que esté presente en el día a día, en la calle, y que se le relacione con el ocio y la diversión.

El estudio, realizado mediante 2.600 encuestas a personas en tratamiento en los centros que Proyecto Hombre tiene en toda España, señala que del total de las 18.000 personas atendidas, el 85,4 % son hombres y el 14,6 % mujeres, una diferencia de género similar a años anteriores.

Aunque la mujeres consumen casi todas las drogas, la principal es el alcohol (12 puntos porcentuales más que los hombres) y tardan más en pedir ayuda, por lo que "ya llegan con un problema importante de salud, de vulnerabilidad y de exclusión social", ha señalado María Ángeles, experta de la Comisión de Evaluación de la asociación y una de las autoras del informe.

El alcohol es también la sustancia cuyo consumo problemático se detecta a edades más tempranas (entre los 15 y los 16 años), aunque no hay datos, ya que las encuestas solo se realizan a mayores de 18 años.

A pesar de ello, la demanda de tratamiento por alcohol se sitúa a partir de los 40 años de media, por lo que los pacientes acuden a los centros con muchos de consumo a sus espaldas y en una situación muy deteriorada.

Bononato ha subrayado que está aumentando la población de menores atendidos; desde hace tres años buscan ayuda por adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías y ya se empieza a atender por problemas relacionados con las apuestas deportivas.

Aunque los datos de otros estudios muestran el incremento en el consumo de pornografía por parte de chavales cada vez más jóvenes, el presidente de Proyecto Hombre ha indicado que aun no han recibido solicitudes de ayuda por este motivo.

El estudio muestra que, en general, la edad media de inicio del tratamiento es de 38 años; el mayor porcentaje (23,5 %) se sitúa entre los 36-40 años.

Tras el alcohol y la cocaína, la tercera sustancia más consumida es el cannabis. En 2018 se constata un aumento respecto al año anterior retomando la tendencia, que se mantiene cercana al 9 %. La heroína muestra un ligero descenso y se sitúa en el 3 %.

La mayor diferencia que se detecta por sexo se refiere a las familias monoparentales: un 13 % de mujeres con hijos a cargo frente al 1 % de hombres.

Por lo que respecta a la situación laboral, predomina un perfil normalizado: el 76,4 % han estado ocupados la mayor parte del tiempo en los últimos tres años, aunque en los 30 días previos al inicio del tratamiento, solo un 41,5 % tiene en el empleo su principal fuente de ingresos.

En el ámbito educativo, los bajos niveles formativos siguen siendo una constante entre la población atendida. El 52,1 % o bien no tiene estudios o son inferiores a la etapa secundaria.

El informe señala que más de la mitad de la población atendida toma medicación por trastornos psiquiátricos: hasta un 67,2 % ha sufrido ansiedad severa, un 54,7 % depresión y casi un 40 % ideación suicida, y son las mujeres las que presentan una mayor incidencia de problemas emocionales y psicológicos. 

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