340 alumnos con discapacidad visual de Castilla-La Mancha comienzan el nuevo curso

340 alumnos con discapacidad visual de Castilla-La Mancha comienzan el nuevo curso
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Un total de 340 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave de Castilla-La Mancha inician estos días la 'vuelta al cole' repartidos por todo el territorio estatal y en todas las etapas educativas. La ONCE pone en marcha un sistema integral de apoyo tanto para ellos como para sus familias, con el objetivo de que sean uno más en el aula.

El 99 por ciento de estos estudiantes se escolariza en centros de enseñanza ordinarios, es decir, siguiendo el principio de la inclusión educativa, gracias a su esfuerzo, la colaboración y el apoyo específico de los equipos de la ONCE y de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha.

Esos 340 alumnos con ceguera y discapacidad visual grave recibirán esta atención educativa en el nuevo curso en todos los niveles educativos: 66 escolares comienzan la Educación Infantil; 73 están escolarizados en Educación Primaria; 41 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 18 cursan Bachillerato; 15 se preparan en la Formación Profesional; 27 se enfrenten a la Universidad; y 100 están inscritos en otro tipo de enseñanzas, según ha informado ONCE en nota de prensa.

Para cada nuevo curso, los servicios de producción bibliográfica de la ONCE trabajan "intensamente" para que el alumnado con ceguera pueda disponer, desde el primer día de clase, de los mismos libros de texto que sus compañeros, solo que transcritos al sistema braille, así como toda la documentación necesaria (apuntes y cualquier otra documentación de interés) en formato accesible.

Muchos de ellos, cuentan además con adaptaciones tecnológicas facilitadas por la ONCE para seguir el curso en igualdad de condiciones: ordenadores con voz; anotadores y calculadoras parlantes; o impresoras en braille, entre otras.

En este sentido, la Organización lanza cada año un mensaje a las administraciones y todos los implicados en el proceso curricular para que cualquier innovación tecnológica en el aula tenga siempre en cuenta la accesibilidad porque, de lo contrario, puede dejar fuera a estos estudiantes con discapacidad visual y colocar frente a ellos barreras a veces insuperables. Páginas webs, aplicaciones, libros y otros apoyos educativos deben cumplir la máxima de diseño para todos.

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