Según recoge El Caso, la asquerosa violación que sufrió una mujer joven en un coche en la calle de Casanova de Barcelona este domingo de madrugada todavía tiene algunos interrogantes abiertos. Los Mossos d'Esquadra, alertados por una mujer que estaba por la calle, pudieron detener a los tres presuntos violadores en el momento y tras ser puestos a disposición del juez, ya han ingresado en la cárcel.
Tres hombres violaron a una mujer en un coche en el centro de Barcelona. Los tres, por turnos, agredieron sexualmente a la chica y también le tomaron fotos y vídeos de carácter sexual.
Pero el caso todavía tiene interrogantes abiertos. ¿Cómo acabó la chica en el coche? Ella habló con uno de los chicos detenidos en la discoteca Bachata de la calle de Casanova.
Allí es el último recuerdo que tiene de la noche. Después ya despertó por culpa del frío y de las palabras de los agentes de los Mossos d'Esquadra que la encontraron.
La Unidad de Investigación del Eixample tiene abierta una investigación para aclararlo. Ahora mismo, teniendo en cuenta que la chica asegura no recordar nada y que algunos testigos aseguran que no se movía, todo hace pensar que la joven fue drogada por los agresores con el fin de someterla a su voluntad.
En las imágenes de los móviles de los detenidos se ve como la chica no se movía mientras los tres practicaban relaciones sexuales con ella. Un testigo, que asegura que la violación duró más de una hora, también ha explicado a la policía que él, cuando lo vio –y que por razones que todavía no están claras no llamó al 112 ni avisó a la policía– no pudo identificar si se trataba de un hombre o de una mujer, ya que no se movía.
Uno de los detenidos explicó a los policías que tenía imágenes de las relaciones sexuales en su móvil y que estaba dispuesto a enseñarlas para demostrar que las relaciones eran consentidas. Pero las imágenes que vieron los agentes eran muchas cosas menos una relación sana consentida entre personas. La chica no se movía, aseguran los Mossos d'Esquadra, y se veía claramente que había un abuso sexual de los hombres contra la joven.
Es más, cuando la chica recuperó el sentido, los agentes hablaron con ella y además de afirmar que no recordaba nada, también explicó que notaba dolores por todo el cuerpo.
Al ver las imágenes, la chica se reconoció en ellas y aceptó que no sabía quiénes eran todos los hombres con quienes había mantenido relaciones sexuales y que no recordaba cómo había llegado al coche. Y, evidentemente, que no recordaba haber dado su consentimiento para mantener relaciones sexuales con ellos.
Los agentes de los Mossos de la comisaría del Eixample, al tener la versión clara de la mujer, activaron el protocolo para agresiones sexuales y la chica fue trasladada al Hospital Clínic, centro médico de referencia a la ciudad de Barcelona para este tipo de delito.
Paralelamente, los agentes detuvieron a los tres jóvenes acusados por la agresión sexual y también por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos por haber tomado imágenes y vídeos de la agresión sexual.
Los agentes también pudieron saber que uno de los tres detenidos también robó el móvil a la chica. Cuando los agentes intentaron identificar a la joven, ella explicó que tenía el DNI en la funda del móvil, pero que no lo encontraba. Tenía el bolso abierto y en su interior no había el terminal.
Uno de los agentes llamó al móvil de la chica y oyeron que vibraba bajo el asiento del conductor. Lo pudieron recuperar y sumaron a las imputaciones de los detenidos un presunto delito de hurto.
La investigación ahora tendrá que aclarar algunas de las dudas y saber qué motivó el robo del móvil, y si fue para evitar que la chica pudiera dar la alerta y también qué llevó a la chica al coche contra su voluntad. Pero hay una cosa que ronda por la cabeza de los agentes que encontraron a la chica.
Los policías estaban por la zona para evitar hurtos de motos y fue una mujer, que iba a trabajar, que les avisó. Pero nadie, aunque fue visto por varias personas, llamó al 112. La suerte de estar allí de los agentes permitió detener a los tres hombres y liberar a la mujer de la tortura que estaba viviendo.
Uno de los testigos explicó a los Mossos que no llamó al 112 al no saber si la relación era consentida o no. Asegura que un grupo de jóvenes intentó hurtar en el coche y uno de los detenidos salió del coche para echarles, y desplazaron el coche unos cuantos metros más abajo, del número 185 al 225 de la misma calle Casanova.
El hombre, de unos 70 años, que la policía sospecha que podría ser un voyeur, siguió el coche y siguió "mirando" la escena, pero en ningún momento llamó al 112 o avisó a los Mossos. En el momento de la detención sí que se acercó a hablar con la policía. El hombre podría ser un testigo clave de lo que pasó en el coche y para saber cómo y con quién la chica salió de la discoteca Bachata.
