Víctor, el guardia civil 'desterrado' dos años de Cádiz por ecologista

- Ha sido suspendido seis meses de empleo y sueldo por intervenir de paisano en un pleno solicitando terrenos para poner un vivero. 

- Durante dos años no podrá pedir destino en la provincia gaditana. Los vecinos de El Bosque, donde vive con su familía, se manifiesta este sábado contra la medida disciplinaria.

Víctor, el guardia civil 'desterrado' dos años de Cádiz por ecologista - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de Pepe Contreras y Jesús Quesada publicado en EL ESPAÑOL

"Está de baja, en casa. Menos mal que yo tengo un pequeño vivero social y ahí se entretiene cuidando los tomates. Ahora ha vuelto al gimnasio. Ha alquilado una casita y ha dejado el pabellón del cuartel de la Guardia Civil. Está muy agobiado porque todo esto es muy injusto, y tiene que acabar”, resume Victoria Casas a EL ESPAÑOL, mientras exhibe, orgullosa y emocionada, la fotografía de su hijo Víctor, con uniforme de la Benemérita. La madre se separó hace tres décadas: "He sacado adelante sola a mis tres hijos, que son muy buenas personas y por eso estoy con ellos para lo que haga falta, no los pienso dejar de ayudar”.

Este sábado 6 de octubre, a mediodía, el caso de su hijo será objeto de una concentración y apoyo en la pequeña población de El Bosque, en la Sierra de Cádiz, convocada por Plataforma Abriendo Caminos Sierra de Cádiz (en la que se integra Ecologistas en Acción) y Ama Natura-EA Arcos, organizaciones que luchan por la apertura de caminos y vías pecuarias serrana, un asunto que les ha provocado no pocos problemas con los nuevos terratenientes que están haciéndose con fincas enclavadas en la serranía gaditana.

Víctor Manuel Calderón, de 42 años, guardia civil destinado enGrazalema -aunque reside en el cuartel de El Bosque (Cádiz)- su esposa Anabel y sus hijos Hugo (11) y Sara (3), están viviendo desde el 1 de agosto los efectos emocionales y económicos de una grave sanción disciplinaria que, en la práctica y además de la suspensión de empleo y sueldo por seis meses y un día, les supone un destierro. La sanción conlleva “la pérdida de su actual destino en el Puesto de Grazalema y la imposibilidad de solicitar otro durante un período de dos años en la Comandancia de Cádiz”, es decir, en toda la provincia andaluza.

Víctor soñó todos estos años atrás con volver a su pueblo, lo que consiguió tras cumplir destinos en Mallorca, Ibiza, y Almonte (Huelva) tras lo que pidió Grazalema, asentándose en su localidad natal de El Bosque. Su mujer ha encontrado en estos días un pequeño trabajo temporal para suplir la sensible merma del sueldo que, por efecto de la sanción, “se le ha quedado en unos 600 euros”, según su madre. El grupo parlamentario de Podemos, según su diputado por Cádiz Juan Antonio Delgado –que participará este sábado en la concentración en El Bosque- planteará al Ministerio de Defensa “la anulación de esa sanción y la reforma de la Ley Orgánica 12/2007 de Régimen Disciplinario de la GC en ese apartado”.

Falta grave

El director general de la Guardia Civil, Félix Vicente Azón, considera al agente autor de una “falta grave”, según el Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, por “la violación de la neutralidad política o independencia política o sindical en el desarrollo de su actividad profesional”. Pero ¿es así? ¿Qué ha motivado una sanción tan grave? ¿Puede un guardia civil ser ecologista e impulsar acciones medioambientales en su pueblo como un ciudadano más? Juan Clavero, biólogo, veterano ecopacifista gaditano, no alberga duda al respecto: “Tiene todos los derechos pero si no se reforma la ley, que es de 2007, pasarán siempre estas cosas”.

Todo tiene su origen en las Navidades de 2016. En el Pleno celebrado el 29 de diciembre de aquel año. Como un ciudadano más, el guardia Víctor Calderón intervino en calidad de miembro de la asociación de defensa de la naturaleza Amigos del Bosque, Acción local para que se le cediera una parcela municipal, antiguamente dedicada a vertedero de basuras. Tras debatir el punto del orden del día el Pleno aprobó la cesión del citado terreno por unanimidad.

En el vídeo de la sesión se constata que la intervención de Víctor Calderón en el Pleno contó con la  autorización de la alcaldesa, Pilar García, del PSOE, y que consistió en exponer la conveniencia de que la cesión fuera por un tiempo de cinco años. "De tratarse de la instalación de un vivero de plantas que tardan un tiempo en crecer y en estar disponibles para su uso en repoblaciones se necesita un tiempo. Este proyecto tiene como objetivo abastecer de plantas autóctonas al Ayuntamiento, entidades ciudadanas y vecinos, con una clara vocación divulgativa y de educación ambiental”, explica Juan Clavero, de Ecologistas en Acción.

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