Las furgonetas camufladas de la muerte: relato de un militar que recoge cadáveres

"El olor lo hace muy difícil"
Las furgonetas camufladas de la muerte: relato de un militar que recoge cadáveres - EFE
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Según recoge El Caso, desde hace muchos días se ven por las calles de Madrid unas furgonetas, de diferentes colores, sin ninguna marca, sin ningún distintivo, y con los cristales tapados para que no se vea qué hay en su interior.

Nadie sabe que, en realidad, estas furgonetas llevan decenas de cadáveres, víctimas del coronavirus, que son trasladados al depósito que tuvo que improvisarse en al Palacio de Hielo de Madrid.

Sólo en la Comunidad de Madrid, la cifra de muertos se acerca a los 6.000; mientras que en el conjunto de España, el número de víctimas como consecuencia del coronavirus es superior a las 15.800 personas.

Los encargados de esta durísima tarea, llevar cuerpos arriba y abajo, son los soldados de la Unidad Militar de Emergencias, la UME. "Desde que estamos trabajando en esto, son las residencias de abuelos o los propios hospitales los que te llaman", explica uno de estos soldados en una entrevista en exclusiva que publica El Español. "Te dicen: 'escucha, ya tenemos 20 cadáveres en el depósito y mañana llenaremos, venid a vaciar'".

Este soldado de la UME explica que el trabajo que tienen que hacer "a unos les afecta más y a otros menos". Relata que cada día están cargando muertos en las furgonetas, "con el tiempo te acostumbras, es tu trabajo, pero no es agradable", asegura, por eso se van alternando.

El trabajo no sólo lo hace la UME, también soldados del Ejército de Tierra. Su día a día es levantarse a las 7:30 de la mañana, en la base de Torrejón de Ardoz donde están instalados. Una vez levantados, "se reparten las tareas. Acostumbramos a trabajar 12 horas seguidas, siempre y cuando no haya complicaciones, y lo hacemos durante cuatro o cinco días a la semana". Las tareas que les toca hacer se las van repartiendo, "a unos les toca desinfectar y a los otros los muertos", explica.

Por descontado el trabajo más duro es el de trasladar los cadáveres, reconoce el soldado, "cada equipo va a un hospital o a una residencia y se sacan entre 30 y 40 cadáveres por centro". Si se envían tres equipos a tres hospitales cada día, por ejemplo, "se están sacando entre 90 y 120 cadáveres, en un día", lamenta este testimonio.

Su relato se hace durísimo a la hora de imaginar, sobre todo cuándo explica un detalle que da escalofríos: "Puede sonar duro, pero el olor lo hace muy difícil", explica. Y detalla: "Ahora nos estamos encontrando a los muertos en cámaras adecuadas y la mayoría son recientes, de manera que el olor no es un problema. Al principio de la crisis, había tanta acumulación que te les encontrabas en las habitaciones de las residencias".

Para acabar, este soldado explica en esta entrevista a El Español que cuando vuelve a la base después de estar todo el día trasladando cadáveres, siente mucho rabia cuando ve la gente que no respeta el confinamiento.

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