Según recoge El Caso, Alba Díaz y Daniel Camino se tenían que casar el pasado sábado, 14 de marzo, hacía un año que preparaban este gran día que se celebraría a Monforte de Lemos (Lugo). Pero no pudo ser ya que un día antes Galicia decretaba la Emergencia Sanitaria por el coronavirus, y el mismo sábado, el Gobierno anunciaba el estado de alarma.
La boda, por lo tanto, se suspendió. Y eso supuso cancelar un banquete "espectacular" que tenían preparado para cerca de 200 invitados y que se tenía que hacer en un espacio muy especial que llevaba doce años cerrado y que ellos mismos acondicionaron. Al final, por nada, todos tuvieron que quedar confinados en casa.
Jugaban con ventaja porque Alba Díaz es la directora de "Frida Kiwi", una reconocida empresa de organización de acontecimientos, y por eso la suya tenía que ser una boda única y diferente.
Y lo fue, pero no por como lo habían pensado ni previsto, pero Alba y Daniel se casaron.
Ella misma ha explicado, tal como publica La Voz de Galicia, que el sábado 14 se levantaron en su piso de La Coruña sin saber qué hacer. Fue Daniel a quien le propuso: "¿Y si nos casamos por la ventana?"
Aunque en un principio no tenían muchas ganas porque estaban "muy desanimados". Pero de sopetón sus amigos empezaron a enviarles fotografías vestidos de gala para la ocasión y con mensajes de ánimo: "Luchar contra el coronavirus con los tacones puestos".
En este momento, dice a Alba, lo decidieron: "Sólo conocíamos a la vecina de enfrente y le pedimos que nos grabara. El resto fueron todos espontáneos". Cuando el resto de vecinos los vieron, empezaron a salir por la ventana. Uno de ellos hizo de maestro de ceremonias.
"Alba, ¿quieres a Daniel como esposo?", le dijo sacando la cabeza por la ventana del piso del lado. Y a partir de aquí, las luces de muchos pisos empezaron a abrirse. Todo fue, más o menos, como tenía que ir: la novia incluso lanzó el ramo, y todos los vecinos empezaron a aplaudir.
La de Alba y Daniel fue, efectivamente, una boda única, sacando la cabeza por la ventana de su piso, obligados por el confinamiento. Tampoco habrá viaje de bodas: "Ahora nuestra luna de miel la pasaremos en este piso mientras sea necesario". Hasta que, por fin, se levante y lo puedan hacer. Antes, sin embargo, se casarán y celebrarán el banquete allí donde tenían previsto hacerlo: aquel lugar secreto y tan especial de Monforte de Lemos.
