Según recoge El Caso, el confinamiento ha obligado a cambiar los hábitos cotidianos de millones de personas. Desde que se decretó el estado de alarma el 14 de marzo son muchas las actividades que se han visto reducidas y el tráfico de drogas no es una excepción. Citas en aparcamientos, en entradas de supermercados o los servicios de mensajería –a menudo a través de riders- son algunas de las fórmulas ideadas por los pequeños traficantes para hacer los intercambios de droga. Huevos 'Kinder' con cocaína en el interior, juguetes sexuales con marihuana o libros con droga dentro son algunos ejemplos.
Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que la policía conoce las nuevas prácticas y que ha adaptado los controles –que se han intensificado, especialmente, en grandes ciudades- para desarticularlas. Desde Mossos, aseguran que la situación actual de baja movilidad hace más "sencillo" detectar movimientos delincuenciales.
El tráfico de droga no se detiene, tampoco en confinamiento. El estado de alarma ha reducido a la mínima expresión los movimientos de personas. Durante más de seis semanas, sólo se han permitido desplazamientos para ir al trabajo o para salir a comprar o ir al banco. Eso, en consecuencia, ha obligado a los pequeños traficantes a idear nuevos sistemas para poder hacer entregas que no levanten sospechas.
Huevos 'Kinder' con "sorpresa"
Otra de las vías de distribución es la mensajería. Y los denominados 'riders' son algunos de los principales damnificados. El tesorero de la Asociación Autónoma de Riders (ARR), Cristian López, dice que esta situación no es nueva pero que sí que se está dando con más intensidad desde que empezó el confinamiento. Y que una de las ciudades donde más pasa es Madrid, especialmente en aquellas empresas que no sólo reparten comer a domicilio.
Algunos de los repartidores se han encontrado con juguetes sexuales con marihuana dentro, botes de cacao con la mitad de droga o, incluso, un huevo 'Kinder' con "sorpresa" en forma de papelina de cocaína en el interior. "Se las inventan todas y lo ponen en lugares que nunca sabrías", afirma.
Más controles en los 'riders'
Jordi Mateo, el presidente, dice que cuando un repartidor sospecha, se dirige a un agente o la comisaría más próxima para que abran el paquete. López, en cambio, dice que él es partidario de pedir siempre al cliente que abra el paquete antes de llevárselo para asegurarse que el que llevan es lo que se les ha encargado. Por eso, cree que tendría que haber más controles entre los usuarios que utilizan este tipo de servicios porque, a estas alturas, con un simple registro es suficiente para poder hacer un envío. Los dos admiten, también, que con la nueva situación ha aumentado los controles que se hacen a los trabajadores. "Nos podemos encontrar con tres o cuatro controles al día", dice Mateo.
Falsos repartidores y droga en cajas de cereales
La nueva situación ha propiciado, incluso, que algunos se disfracen de repartidores para poder pasar desapercibidos. Eso es lo que pasó en Valencia hace unas semanas cuando la policía pilló a un grupo de personas que se hacían pasar por 'riders' para pasar droga.
En Manacor, en Mallorca, la Policía Nacional intervino 1.000 pastillas de éxtasis escondidas en una caja de cereales durante un control. Los agentes detuvieron también a dos personas que iban en un coche sin causa justificada. En el maletero encontraron 18 pastillas de éxtasis, un ovillo de marihuana y un trozo de hachís escondidos en un zapato dentro de una maleta.
Menos movimientos, más "sencillo" encontrarlos
Fuentes de los Mossos aseguran que en confinamiento es "más sencillo" detectar este tipo de movimientos y hacer las detenciones. El jueves pasado detuvieron a un hombre y desmantelaron un cultivo con 3.000 plantas de marihuana en una nave industrial de l'Hospitalet de Llobregat y domingo pasar arrestó otro que llevaba 37 kilos de ovillos de marihuana escondidos entre las herramientas de lampista. "Con menos densidad es más fácil encontrar a los delincuentes", apuntan fuentes del cuerpo.
