Según recoge El Caso, una familia de cuatro miembros ha sido encontrada muerta en su casa. Se trata del padre y la madre, de 42 y 40 años, las dos hijas, de cinco y tres años, y el perro.
Los hechos pasaron el domingo por la tarde, en pleno confinamiento por el coronavirus. Nadie sobrevivió a este misterioso ataque.
El asesinato pasó en Sussex, en el sur de Inglaterra, y la policía cree que Robert Needham, el padre, habría cometido presuntamente los crímenes antes de suicidarse. De momento la policía no ha confirmado nada y el caso se está tratando como un asesinato sin sospechosos.
Needham y su pareja, Kelly Fitzgibbons, vivían con sus dos hijas, Ava y Lexi, en una casa valorada en más de medio millón de euros. Pocos días antes del suceso, la madre compartió en la red unas fotos donde se veía a la familia dando un paseo por el bosque.
Los vecinos no se explican lo que ha pasado: "Nunca vi ninguna señal de violencia entre ellos dos, eran una familia próxima y normal", explica un vecino a The Guardian.
Los crímenes se enmarcan en un contexto de ascenso de la violencia a las casas inglesas debido al confinamiento por coronavirus, según ha informado la policía.