La madre, de 32 años, ha explicado que el ataque verbal fue "terrible". "Lo aparté, fuimos a la escuela y allí llamaron a la policía". Las autoridades están tratando la agresión como un delito de odio por discapacidad.
Boris Johnson: Quinn’s law- to educate children about hate crime. - Sign the Petition! https://t.co/xxXJgv57E6 via @UKChange
— Em ross (@Emross14305148) 25 de octubre de 2019
Quinn,cuya enfermedad afecta a su cadera y hace que andar sea una agonía para ella, ahora está en terapia después de decirle a su madre que no quería que la volvieran a ver en silla de ruedas. "Quinn ahora le tiene miedo a los hombres y no quiere salir con su silla. La ha dejado enfadada con el mundo, pero hemos tenido mucho apoyo", ha contado Emma.
Los médicos esperan que Quinn algún día pueda prescindir de la silla de ruedas, pero la realidad es que hoy por hoy solo puede caminar diez o quince pasos seguidos. "Nadie debería estar expuesto a enfrentarse a abusos cuando sale de casa, y menos una niña con demasiado dolor como para caminar", ha declarado el agente Terasa Holden. "Mis colegas y yo hemos trabajado para apoyar a Quinn y su familia y esperamos que otras personas denuncien este tipo de delitos", ha agregado.