El topo que grabó la confesión de ‘El Cuco’ era confidente de la Policía antes del crimen de Marta

Pese a que un investigador policial lo calificó de "delincuente", EL ESPAÑOL desvela un documento confidencial en el que un inspector jefe admite que “desde hace varios años y de forma totalmente desinteresada, viene colaborando" con la UDYCO y con otras unidades

El topo que grabó la confesión de ‘El Cuco’ era confidente de la Policía antes del crimen de Marta - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de Andros Lozano publicado en EL ESPAÑOL

El topo que se infiltró en el entorno de ‘El Cuco’ enamorando a su madre, Rosalía García, no era un simple “delincuente” que decía “paparruchadas”, como explicó la Policía en sede judicial. Según un documento confidencial al que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, Óscar -nombre falso; su identidad es otra- colaboró anteriormente con este cuerpo durante “varios años” y ayudó a esclarecer “diversos delitos”.

El infiltrado en el entorno de ‘El Cuco’ grabó 600 horas de conversaciones del menor, de sus padres, de su abogado y de todos ellos con la propia Policía durante los encuentros con los investigadores. En una de ellas, como adelantó este medio, se escucha a ‘El Cuco’ (condenado por encubrimiento) decir que quería cambiar su confesión, que ya no tenía miedo a Francisco Javier Delgado (absuelto), hermano del asesino confeso, Miguel Carcaño, y que él mismo limpió con una fregona la escena del crimen. “Le pegué dos pasás y me fui”, se le escucha decir.

En otra conversación quien habla es su abogado, Fernando de Pablo, que acaba de abroncar a ‘El Cuco’ por ese interés en contar lo que vivió dentro de aquel piso: “Si cambias la declaración, te parto la boca”, le dice el letrado a su cliente.

En otro de esos audios registrados por el topo se escucha al padrastro de ‘El Cuco’, Ángel Gómez, quien muestra su temor a que descubran que él y su mujer están mintiendo para darle “coartada” a su hijo. Sin embargo, nada del contenido de esas grabaciones, que podrían haberle dado un giro al caso, se aportó al juez que instruía la causa del ‘caso Marta del Castillo’.

Ahora, este periódico desvela que, pese a la intención de los investigadores por desligarse de Óscar, éste sí guardaba una estrecha relación con la Policía. Así se refleja en un documento fechado el 23 de mayo de 2008, ocho meses antes del asesinato de Marta del Castillo en un piso de la calle León XIII de Sevilla.

En él, el inspector jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Sevilla admite que Óscar, “desde hace varios años y de forma totalmente desinteresada, viene colaborando con esta unidad”. Añade que su labor ha ayudado al esclarecimiento de varios casos.

"También colabora con otras unidades"

Un miembro del Grupo de Menores (GRUME) de la Policía Nacional en Sevilla, equipo que llevó a cabo las investigaciones por la muerte de la joven sevillana, dijo en sede judicial que Óscar era un simple “delincuente” que, como otros, se acercó con informaciones que no eran más que “paparruchadas". Lo que no se entiende es cómo dejaron que el topo, quien se define como asesor policial, estuviera presente en reuniones de los policías con los propios padres si él no era un familiar ni siquiera alguien cercano al menor.

Esa aseveración acerca de Óscar la realizó un inspector del GRUME ante un juez el 8 de enero de 2016. Esa fecha, el agente comparecía en el juicio que se estaba celebrando en el Juzgado de lo Penal 10 de Sevilla contra los padres del entonces menor -condenado en marzo de 2011 por encubrimiento del asesino confeso, Miguel Carcaño- y contra el propio infiltrado. Se les juzgaba por quebrantar una orden de alejamiento que se le había impuesto a ‘El Cuco’ sobre los padres de Marta del Castillo.

Aquel día, Francisco Javier García sobrepasó el límite de poder acercarse a la casa de la menor asesinada a menos de 50 kilómetros. Esto sucedió el 14 de noviembre de 2010 en la autopista AP-4 que une Cádiz con Sevilla,  durante una salida de ‘El Cuco’ del centro de menores en el que estaba. El coche en el que viajaba lo conducía el infiltrado. Aquel día, domingo, Francisco Javier García tenía permiso para abandonar dicho centro durante unas horas.

Pese a que en ese juicio por quebrantar la orden de alejamiento se desacreditó la figura del infiltrado, el topo no era una persona desconocida para la Policía sevillana cuando desaparece Marta del Castillo. Previamente ya había colaborado con el cuerpo.

En el documento que desvela en exclusiva este periódico se lee que el propio inspector jefe de la UDYCO por ese entonces, F. T. P., dice: "Que, (...), con DNI (...) desde hace varios años y de forma desinteresada viene colaborando con esta unidad, facilitando información (...), esclareciéndose diversos delitos. Igualmente, tiene conocimiento de que también viene colaborando con otros funcionarios de distintas unidades de esta jefatura superior".

“Dado de alta por el Ministerio del Interior”

En el juicio por quebrantar la orden de alejamiento, Óscar explicó que meses atrás había entregado a la Fiscalía y al juzgado varias cintas con grabaciones a los padres de ‘El Cuco’ y a su entorno más cercano.

Afirmó que contenían indicios que podían dar un nuevo giro al caso de Marta del Castillo. Dijo entonces, y sigue manteniendo hoy, que durante años estuvo junto a la familia de Francisco Javier García por indicación de la Policía con el objetivo de recabar pruebas.

Pero tanto la entonces jefa del GRUME y de la investigación del crimen, como su número dos dentro del grupo, desmintieron que ese hombre trabajase para ellos, que tuviese hilo directo con estos agentes y mucho menos que actuase según sus instrucciones. “Estamos tratando con un delincuente", señaló el inspector del Grume.

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