Si tiene más de 6, 3 millones de reproducciones, será por algo.
Menudo susto se llevó este visitante del International Spy Museum de Washington, en Estados Unidos. Aunque al lado de la "cristalera" en la que se veía a un tiburón nadando había un cartel que advertía: "toque bajo su propio riesgo", al hombre le trajo sin cuidado y tocó.
La cristalera, que en realidad era una pantalla, reprodujo en ese mismo instante un vídeo en el que ese mismo tiburón que en un principio nadaba, atacaba al hombre y rompía el cristal. ¡Tal fue el impacto, que el hombre no puedo evitar caerse al suelo del susto!
Así, el Museo de Washington consiguió lo que pretendían: asustar a sus visitantes más osados con una broma de lo más divertida. ¡Buenísimo!