Según recoge PeriodistaDigital, brutal y no sólo por la ensalada de tiros. El atraco a una joyería en la ciudad estadounidense de Coral Gables, en el estado de Florida, dejó cuatro muertos, entre ellos los dos ladrones, el conductor de la furgoneta de reparto que secuestraron y parece -aunque no se ha confirmado- un automovilista que pasaba por allí.
Todo tras una persecución policial de cerca de 50 kilómetros que terminó en un bulevar de Miramar, al norte de Miami.
En el vídeo se observa la lluvia de balas con que varias patrullas policiales rociaron el camión de mensajería, atracado al final en un atasco en plena hora punta.
Los ladrones, en su desesperada fuga, se apoderaron de la furgoneta y tomaron como rehén al conductor.
Frank Ordóñez, el empleado de UPS asesinado tenía 27 años y era padre de dos niñas de 3 y 6 años.
«Era extrovertido y feliz”, le indicó a CNN su hermano, Roy Ordóñez. “Nunca sabías si él estaba triste… le gustaba pescar y jugar baloncesto y videojuegos, pero, sobre todo, lo que a Frank más le gustaba hacer era pasar tiempo con sus hijas”.
Cuándo se produjo el secuestro, Ordóñez estaba cubriendo la ruta de otro conductor que había pedido que lo sustituyese, como un favor.
Vecinos de la zona se mostraron indignados por el riesgo que supuso el tiroteo no solo para el empleado de UPS que perdió la vida, sino para gran cantidad de conductores
Las autoridades no han precisado el número de víctimas y se han limitado a informar de que no hay agentes policiales entre los fallecidos.
