Según recoge El Caso, los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre, de 32 años, que el pasado 25 de febrero provocó un grave accidente en la carretera C-31 a la altura de Viladecans (Baix Llobregat), en el cual se vieron involucrados otro turismo y una moto. Los cuatro ocupantes del coche quedaron heridos de gravedad, mientras el motorista tuvo que ser trasladado a un hospital de urgencia, con pronóstico crítico. El conductor responsable del siniestro huyó del sitio, pero pudo ser detenido horas más tarde en su domicilio de Cubelles (Garraf).
El accidente tuvo lugar poco antes de la una de la madrugada, la noche del 25 al 26 de febrero, en el punto kilométrico 189.1 de la carretera C-31, dirección Tarragona. El coche que provocó el accidente embistió a otro, haciéndolo volcar. La colisión también afectó a un motorista que circulaba cerca de los dos turismos, quedando gravemente herido con varias fracturas en la pelvis y con dos vértebras desplazadas. Cuando llegaron los servicios de emergencia, el conductor responsable del accidente había huido.
Esconde el coche y llama para que le recojan
Varias dotaciones policiales y ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se desplazaron hasta el lugar del accidente. Solo encontraron a las cinco víctimas. Los sanitarios atendieron rápidamente a los heridos, trasladando al motorista a un hospital donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por la gravedad de sus lesiones. Los Mossos peinaron la zona, pero no había ni rastro del responsable.
Mientras tanto, el conductor que había provocado el siniestro se marchó como pudo con el coche destrozado. Al llegar a una zona apartada de Viladecans, abandonó el vehículo con su hija, de solo un año, y llamó a un amigo para que les recogiera y les llevara a su domicilio, en Cubelles. Este intento de eludir la justicia fue en vano: la fuerza del impacto al chocar con el otro coche arrancó un trozo de la matrícula posterior, que los agentes utilizaron para identificarlo.
Duplicaba la tasa de alcoholemia
El hallazgo de la matrícula facilitó a los agentes las tareas de búsqueda del conductor zafado. Una de las patrullas encontró el coche abandonado, y después se dirigieron hasta el domicilio del detenido. Lo encontraron con evidentes signos de embriaguez, y la prueba de alcoholemia que le practicaron dio un resultado positivo de 0,69 mg/l, casi el doble de la tasa permitida. Los agentes arrestaron al hombre acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, conducción temeraria, lesiones por imprudencia grave y abandono del lugar del accidente. El pasado 27 de febrero compareció ante el juez, quien le dejó en libertad con cargos y le retiró el carnet de conducir.
