Muere una niña de 2 años tras tragarse una pila de botón de un mando a distancia

La batería le ha causado daños en el esófago
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Según recoge Informativos Telecinco, Harper-Lee Franthorpe, una niña británica de solo dos años murió tras tragarse una pequeña pila del mando a distancia. Su madre, que estaba trabajando cuando sucedió todo, ha narrado lo dura que han sido las primeras semanas sin la pequeña y asegura que luchará para cambiar la legislación y que algo así no vuelva a ocurrir: "No dejaré que mi bebé muera por nada".

Stacy-Marie Niklin cuenta que su hija Harper-Lee Fanthorpe se levantó como cada día. Cantó y bailó, que es lo que más le gustaba a la niña de dos años, y después pidió que le pusieran Peppa Pig.

Su madre se fue a trabajar como cada día y la pequeña se quedó en casa con sus hermanas. Niklin, que trabaja en la misma calle que vive, recibió una llamada de que algo iba mal. A través de una vídeo-llamada vio a su hija tumbada en el sofá llena de sangre. Cuando llegó a casa ya estaba la ambulancia llevándose a Harper al hospital.

La doctora Anna Piggott le dijo a la madre que los médicos querían insertar una cámara para ver de dónde provenía la sangre de la niña. Niklin cuenta que su hija estaba “muy pálida, tenía presión arterial alta y todavía vomitaba sangre".

A pesar de todo seguía hablando me pidió de nuevo ver Peppa Pig. Su madre la acompañó hasta las puertas del quirófano mientras le decía que “la amaba y que la varía pronto”. Lo último que le dijo la niña de dos años fue: “Mamá, te necesito”.

Niklin cuenta en declaraciones a itv.com que dos horas después salió un médico a preguntar si la niña se había tragado algo. “No lo sé”, le dije. Entonces “me explicaron que creían que se había tragado una pila con forma de botón”.

Horas después volvieron a salir los médicos. Solo uno de ellos pudo decirle “lo siento”. En ese momento “solté el grito más fuerte, gritando '¡No!'".

Harper-Lee murió porque la batería de botón le había causado daños irreparables en el esófago y en una arteria importante. “Las últimas cinco semanas han sido una tortura absoluta", ha declarado Nicklin en su casa de Abbey-Hulton, en Staffordshire, Inglaterra, al citado diario.  

"Me siento perdida. La extraño mucho. Ella era como mi pequeña sombra. Dondequiera que iba Harper estaba detrás de mí. Ni siquiera podía bañarme sin que ella saltara, completamente vestida", ha contado la madre.

Niklin dice que llevaba los dos años de vida de su hija durmiendo con ella. La niña cambió la vida de la familia. “Siempre los hacía llorar de risa", ha explicado la madre, que acude a la tumba de la pequeña con sus otras hijas varias veces al día.

Un lucha en honor a Harper-Lee

Esta madre ha decidido que la muerte de su hija no quede en vano y ha decidido pelear para que ningún otro niño muera por culpa de una pequeña pila. Por eso, empezó a investigar sobre las muertes causadas por estas pequeñas baterías y descubrió que empezaron a darse a finales de los años 70 y que todas eran, como su hija, en menores de dos años.

Están en libros infantiles, en tarjetas de felicitación o en juguetes. Esta madre destaca que si su hija pudo sacarla del mando de la televisión, otro niño puede hacerlo de uno de sus juguetes.

Niklin vio que el mando de su casa no tenía ni un tornillo, ni nada que impidiera desarmarlo y tampoco había ninguna advertencia del peligro que suponen. Ahora ella trabaja para que ningún niño más muera a causa de estas pilas. Aconseja a los padres que “verifiquen, verifiquen y verifiquen nuevamente. Ojalá yo lo hubiera hecho".

Ahora "trabajaré y trabajaré para si no verlos prohibidos, entonces para verlos más seguros. No dejaré que mi bebé muera por nada".

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