Según recoge El Caso, una madre da una brutal paliza a su hijo de 11 años por no querer ir a la escuela. Según ha avanzado Última Hora, la mujer golpeó severamente al niño hasta tirarlo al suelo, para después empezar a darle patadas. La agresión llegó al centro educativo, una vez el menor se recuperó del ataque de su progenitora en Palma. Pero llegó tarde, muy alterado y nervioso, lo que hizo sospechar a los profesores que alguna cosa pasaba. Más tarde, cuando los maestros hablaron con él, vieron que se trataba, presuntamente, de un caso de violencia en el ámbito del hogar o doméstica. El chico tenía, además, varias lesiones cuando llegó al colegio, concretamente en una pierna y en la espalda.
La madre fue a la escuela cuando llegó la policía
"En la escuela sois muy blandas", parece que dijo a la madre al llegar en el centro educativo, según ha relatado el medio citado. La directora del colegio habría intentado hablar en varias ocasiones con la mujer, aunque nunca quería mantener contacto con los profesores precisamente para considerar que eran demasiado suaves con su hijo. Ante todo esto y la agresión previa en casa, la escuela llamó a la Policía Nacional y hablaron con el niño, quien les dijo que este tipo de palizas eran comunes y las sufría a diario, junto con insultos y gritos recurrentes. Además de alertar a los agentes, tal como dicta el protocolo en estos casos, contactaron con los padres.
La madre y presunta agresora se presentó en el colegio con un bebé en brazos. Por lo que parece, el padre estaba trabajando y no se enteró de nada de lo que pasaba. No obstante, aseguró a los agentes de la Policía Nacional allí reunidos su intención de interponer denuncia. Explicó que la mujer era muy agresiva y que ya tenía un parte por lesiones en la cara del niño del mes anterior. La madre, ante todas estas acusaciones, se tiró al suelo en un supuesto ataque de ansiedad. Acabó en el hospital, donde la detuvieron poco después. El bebé y el niño de 11 años han quedado custodiados por el padre.
