Según recoge El Caso, la Policía Nacional detuvo el pasado mes de marzo en Barcelona a cuatro hombres acusados de hacerse pasar por agentes de policía y cometer, así, robos violentos a conductores por carreteras de todo el estado español. La investigación, puesta en marcha a raíz de la denuncia interpuesta por la víctima de un robo fallido, reveló la existencia de un grupo criminal, con seis integrantes, que se dedicaba a atracar a personas de un elevado poder adquisitivo, parándolas al lado de la carretera con la excusa de un control policial. Uno de los arrestados ha ingresado en la prisión, y los dos miembros restantes se encuentran en busca y captura por las autoridades.
Atracos a mano armada simulando ser policías
El intento de robo que arrojó luz sobre estas actividades tuvo lugar el pasado mes de junio. La víctima era un representante de relojes de alta gama que justo volvía de una feria internacional en Múnich. Los ladrones, que disponían de información confidencial, sabían cuándo volvería esta persona, y la esperaron en el aeropuerto Madrid – Barajas, desde donde la siguieron por carretera.
En un determinado momento, los ladrones encendieron una señal luminosa azul, como las que utilizan los coches de policía, y señalizaron a la víctima que se detuviera a un lado de la carretera M-13. Esta hizo caso, y uno de los criminales bajó del vehículo con una pistola y gritando que eran agentes de la Policía Nacional. Su actitud violenta alertó al conductor, quien aceleró y consiguió huir del sitio sin sufrir ningún daño.
Huyeron a Cataluña después del robo fallido
El conductor denunció inmediatamente los hechos, y los investigadores de la Policía Nacional pudieron identificar, gracias a las imágenes registradas por las cámaras de seguridad del aeropuerto, a los seis atacantes. Los agentes averiguaron que todos residían en Barcelona, donde volvieron después del robo fallido, intentando eludir la justicia.
Finalmente, a mediados de marzo, se detuvo a cuatro implicados después de registrar cinco domicilios. Durante los registros se intervinieron dos pistolas, una defensa extensible, varios pasamontañas y prendas de ropa con inscripciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, y 2.500 euros en efectivo.
