Según recoge El Caso, una joven de 18 años, Lisby Dayana Allen Bardales, seduce y asesina al hombre que la violó durante su infancia de forma continuada.
Seduce al hombre que la violó de pequeña
Este fin de semana una joven de 18 años, Lisby Dayana, llegó al motel Palmera, en Yoro, un municipio de Honduras. Iba acompañada de un hombre de 51 años llamado Mártir Adonay Carbajal Sabillón.
Minutos después de hacer el check-in en la habitación que tenían reservada en conjunto, los otros huéspedes escucharon varios disparos de arma de fuego, dando la voz de alarma al personal del hotel.
Asesina a su violador a tiros
Cuando los empleados llegaron a la habitación, encontraron al hombre desnudo y muerto sobre uno de los muebles, con varias heridas de bala en el cuerpo.
Lisby había huido, pero fue detenida en un restaurante cercano al motel. Fue entonces cuando explicó a los agentes que había matado al hombre porque había abusado de ella durante años a lo largo de su infancia.
La justicia por su mano tras no obtenerla por la vía legal
A pesar de haber denunciado, nunca obtuvo justicia por la vía legal, por lo que decidió tomarse la justicia por su mano.
Tras volver a encontrarse con el hombre "que le destrozó la vida", y sin que él reconociera a la niña a la que violó, informan medios locales, Lisby empezó a seducirlo.
Tras un tiempo, se citó con el hombre en el motel Palmera, para llevar a cabo la parte final del plan. Allí acudió con una pistola, que aún no se ha podido averiguar dónde consiguió.
Tres disparos para vengarse
Dentro de la habitación, esperó unos minutos a solas con él y le disparó tres veces, provocándole la muerte de forma inmediata, y huyó.
De momento, la presunta homicida se encuentra en una prisión local, a la espera de pasar a disposición judicial cuando acaben las investigaciones correspondientes.
El caso ha generado consternación en Honduras, donde cientos de personas, sobre todo mujeres, consideran que la joven actuó como consecuencia de un sistema de justicia fallido que la llevó a conseguir el castigo para el violador por sus propios medios.
