Según recoge El Caso, 15 años de prisión. Esta es la condena que la Audiencia Provincial de Madrid le ha impuesto a una madre que el año 2012 mató a su hija recién nacida y la tiró a un contenedor de la basura. El jurado popular la ha considerado culpable de un delito de asesinato con la agravante de parentesco. La sentencia considera probado que Mayra Irene A.A., de nacionalidad ecuatoriana, tenía disminuidas sus capacidades para entender sus actos a causa de la situación hormonal postparto, del hecho que tenía otra hija de pocos meses, que atravesaba una crisis con su pareja y que no tenía ingresos económicos.
La madre asegura que la niña ya había nacido muerta
La acusada fue detenida en abril de 2021, casi nueve años después del crimen, cuando el cadáver del bebé apareció en un centro de tratamiento de residuos urbanos de Valdemingómez, en las afueras de Madrid. La madre se defendió en el juicio diciendo que la pequeña ya había nacido muerta y que ella la dejó en un contenedor de basura envuelta con una mantita y con un crucifijo "en señal de luto". El padre del bebé, en cambio, no sabía ni que la pareja estaba embarazada ni que había tenido una hija.
Según la sentencia, la mujer dio a luz a una niña viva la madrugada del 20 de mayo de 2012. Según el informe pericial, la pequeña no presentaba ningún tipo de malformación ni patología de etiología natural y se encontraba en perfecto estado de salud. Después de parir, la condenada empezó a golpear violentamente al bebé recién nacido, con la intención de poner fin a su vida y siendo consciente de que no se podía defender. Le dio fuertes golpes en la cabeza que le provocaron la fractura de los dos parietales y una importante hemorragia subdural. Además, la estranguló y asfixió hasta que dejó de respirar. La condenada a 15 años de prisión llevaba en prisión preventiva desde su detención.
