Según recoge El Caso, la antigua prisión de Ceuta ha sido el escenario de una muerte este domingo. La penitenciaría lleva abandonada desde el año 2018, cuando empezó a funcionar el centro del Fuerte Mendizábal de la ciudad autónoma. Los vecinos de la zona próxima, concretamente del barrio de Los Rosales, cercano al complejo, han localizado el cadáver de un hombre, de 53 años, junto al acceso al reclusorio clausurado. Según han informado fuentes policiales a EFE, ellos han sido los que han alertado del suceso a la Policía Nacional, que se ha desplazado con varios efectivos y con bomberos para confirmar los hechos.
En estos momentos se desconocen las causas de la muerte del hombre. Sin embargo, se procederá al levantamiento del cadáver con el fin de poder realizarle la autopsia, que será la que revelará cómo y porque perdió la vida. La Policía Nacional ya ha abierto una investigación para aclarar los hechos. La antigua prisión de Ceuta es un lugar muy frecuentado por personas que han llegado a España cruzando la frontera entre Marruecos y la ciudad autónoma. La afluencia de migrantes se incrementó durante 2022, cuando unos 1.000 individuos entraron ilegalmente en el país, aunque un poco menos que el año anterior, cuando lo hicieron en tan solo dos días cerca de 8.000, derivado de la tensión política entre Rabat y Madrid.
Ceuta quiere reconvertir la antigua prisión
La infraestructura de lo que en algún momento albergó la principal penitenciaría de la ciudad se encuentra hoy destrozada y habitada por decenas de inmigrantes que, una vez cruzaron la frontera encontraron en el edificio un refugio temporal y lo ocuparon. También viven niños en la prisión de Los Rosales, los cuales han encontrado con sus familias un espacio donde dormir. Según un reportaje publicado por El Faro de Ceuta, las celdas son utilizadas como improvisadas habitaciones, algunas con baños. Sin embargo, según explica este medio, la gran mayoría son personas marroquíes que accedieron a Ceuta durante la crisis de mayo de 2021 y lo han convertido, como última opción, en su residencia. "Beben agua de los pozos existentes, comen lo que les dan y confiesan que es mejor vivir así, prácticamente como ratas, que volver a Marruecos", aseguran en el mismo artículo, cuando accedieron a la prisió ocupada.
El gobierno de Ceuta mostró sus intenciones de transformar la prisión de Los Rosales en un centro de menores, después de que el Ministerio del Interior, en 2021, cediera los terrenos al consejo autonómico durante quince años. Sin embargo, dado el abandono de la infraestructura, el ejecutivo optó por la construcción de un nuevo edificio por un valor estimado total de seis millones de euros. El objetivo es acoger a menores no acompañados (menas) en buenas condiciones, y no como malviven en estos momentos en el antiguo centro penitenciario. No obstante, en estos momentos la demolición del antiguo edificio y la construcción del nuevo siguen sin realizarse.
