El extraño hallazgo de dos cadáveres decapitados que no está siendo investigado

Alguien llegó a mover los cadáveres de lugar
El extraño hallazgo de dos cadáveres decapitados que no está siendo investigando
photo_camera El extraño hallazgo de dos cadáveres decapitados que no está siendo investigando

Según recoge El Caso, hace seis años encontraron los cadáveres de un hombre y de una mujer enterrados en una iglesia en Foixà (Girona). A pesar de las extrañas circunstancias en que fueron encontrados, nunca se investigó el caso de estas personas: sus cuerpos no tenían cabeza y a uno de ellos le faltaban las extremidades. Actualmente, todavía no han sido identificados. Según los Mossos d'Esquadra, los cadáveres son demasiado viejos para investigarlos y nada apunta que se resuelva el misterio de a quién pertenecen los cuerpos.

El hallazgo se hizo en septiembre del 2015 en la iglesia de Sant Romà de Sidillà, situada en Foixà, un municipio de poco más de 300 habitantes de El Baix Empordà. Estaban haciendo un trabajo arqueológico en la zona cuando, de repente, encontraron un esqueleto de un hombre en el porche de la iglesia y, posteriormente, encontraron otro que pertenecía a una mujer.

Cadáveres sin cráneo enterrados entre 1986 y 1998

Según los arqueólogos, los cadáveres fueron enterrados entre 1986 y 1998 y no tienen cráneo. Por este mismo motivo, alertaron a los Mossos d'Esquadra y se practicó una autopsia para determinar las causas de su muerte, avanza El Punt Avui.

El misterio de las circunstancias de su muerte

No obstante, como los cadáveres son tan antiguos, resulta muy complicado determinar cómo murieron e identificarlos. Lo que sí que pudieron determinar a los arqueólogos era que uno de los cuerpos es de un hombre de más de 40 años que tenía una enfermedad, posiblemente artrosis. Lo más extraño de todo es que no había ningún indicio de haber sido descuartizado, un hecho extraño teniendo en cuenta que no tiene ni cabeza ni extremidades.

Alguien movió los cadáveres y los puso en la zona donde fueron encontrados

El otro esqueleto pertenece a una mujer de más de 40 años e, igual que el del hombre, no tiene cráneo, pero en este caso sí que conserva las extremidades. Así y todo, los huesos de los dos cadáveres no estaban puestos de manera natural ni tampoco estaban en un ataúd, hecho que hace pensar que alguien movió los cadáveres años atrás, explica El Punt Avui.

Los Mossos no investigan el caso porque ha prescrito hace más de 30 años

Según los médicos forenses, estos cadáveres, sin signos aparentes de criminalidad, pertenecen a dos personas que murieron, como mínimo, hace 50 años. Así y todo, si hubieran sido asesinados, tampoco se podría hacer justicia, ya que el crimen habría prescrito hace, como mínimo 30 años. Por este mismo motivo, los Mossos d'Esquadra nunca llegaron a abrir una investigación por los hechos y el misterio ha quedado sin resolver.

Comentarios