Indignación por los padres que han cancelado la operación de su hijo de dos años
Los hechos han tenido lugar en la ciudad italiana de Bolonia, concretamente en el hospital policlínico Sant'Orsola, donde estaba prevista la operación de un niño de dos años. Y es que los padres han paralizado la intervención poco antes de que se realizase al negarse a firmar el documento de autorización que permite a los médicos hacer transfusiones de sangre durante el proceso quirúrgico. El motivo ha indignado al país y ha acabado en los tribunales: no quieren que el pequeño reciba sangre de personas que estén vacunadas contra la covid.
En las próximas horas se conocerán las declaraciones del juez de la Audiencia de Módena ante la denuncia pública de los hechos y el riesgo para el niño, mientras que la Fiscalía de Menores ha solicitado un recurso al Tribunal para la protección del menor y para que se limite la patria potestad.
Evitar transfusiones de sangre de donantes vacunados
Y es que, desde el principio, tal y como recogen los medios italianos, los padres acudieron a la cita médica con el cardiólogo y aceptaron la intervención, pero paralizaron el proceso antes de firmar el consentimiento para las transfusiones de sangre. El niño, que acaba de cumplir dos años, padece una grave enfermedad cardíaca, por lo que la operación se considera de carácter urgente. Es por eso que los tribunales tendrán que darse prisa al tomar la decisión para poder salvar la vida del pequeño.
Han sido, de hecho, los propios médicos que tratan al menor los que han interpuesto la denuncia en los juzgados de Módena, alegando que "la cirugía no se puede aplazar dada la extrema gravedad de la situación", y seguir la petición de los padres -encontrar a donantes que no hayan sido vacunados contra la covid- demoraría el proceso y haría perder un tiempo crucial. Además, tal y como ha recordado el presidente de la Federación Nacional de Órdenes Médicas, Filippo Anelli, la normativa de donaciones "no permite elegir al donante".
Anelli también ha pedido a la familia su confianza en los sanitarios que están tratando a su hijo a través de un comunicado público. Sin embargo, los padres, según informaciones de medios locales, se han acogido a supuestas razones religiosas para rechazar la sangre, atgumentando que las vacunas no tienen base científica y que se obtienen utilizando embriones humanos.
