Según recoge El Caso, un vecino de Tortosa de 48 años ha sido víctima de una brutal paliza que lo ha obligado a andar con muletas y tener que pedir la baja laboral en el trabajo. Todo para robarle su teléfono móvil. Los hechos se produjeron el pasado domingo en torno a las siete de la mañana. La víctima estaba en las puertas de una discoteca de la capital del Baix Ebre (Tarragona) hablando con unos amigos cuando dos jóvenes lo asaltaron violentamente para robarle sus pertenencias.
Uno de ellos le dio una patada a la pierna y, posteriormente, le pidió disculpas con la excusa que en realidad se pensaba que era otra persona. Justo después de eso, tal como ha adelantado el Diari de Tarragona, un segundo individuo lo empezó a insultar y lo llegó a empujar. Entonces, el primer agresor se unió a la pelea y los dos jóvenes se abalanzaron sobre la víctima y le empezaron a dar puñetazos y patadas por todos los lados sin que se pudiera defender, ya que el hombre se había caído al suelo y estaba inmovilizado. Los asaltantes, sin embargo, se detuvieron de golpe cuando vieron que se aproximaba la hija del herido.
Muletas para poder andar
El objetivo de la agresión no dejaba de ser un robo, puesto que uno de los dos individuos le sustrajo el teléfono móvil que llevaba guardado dentro del bolsillo. Se trata de un dispositivo electrónico valorado económicamente en 1.100 euros. Se desconoce, sin embargo, si los ladrones habían controlado a la víctima y sabían que el móvil tenía este valor tan alto o si eso fue fruto de la casualidad. El agredido fue atendido en un centro sanitario con múltiples golpes en la parte derecha y en la cabeza. De hecho, las lesiones sufridas en el pie derecho hacen que no pueda andar con normalidad y tenga que utilizar muletas. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación sobre los hechos, pero los agresores todavía no han podido ser detenidos.