Según recoge El Caso, hace cuatro años Cristina Boy se sometió a una intervención de cirugía estética de implantes por un problema en su pecho. El año pasado Cristina comenzó a sentir que algo no iba bien y en agosto le diagnosticaron cáncer.
Cristina padece cáncer por su implante de pechos
Sus pechos empezaron a inflamarse pero el cirujano que la trataba no le dio importancia. Durante los seis meses anteriores al diagnóstico cada viernes le extraían jeringas de líquido de su pecho derecho. "Estaba inflamadísimo, como una pelota, y amoratado”, cuenta la mujer, de 32 años, a El Español. “La hinchazón iba acompañada de pérdida de cabello y fiebres altas casi cada noche”, lamenta.
Fue entonces cuando a Cristina le diagnosticaron un linfoma asociado a la prótesis mamaria. Padecía un inusual tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico. No se trata de cáncer de mama, sino que se desarrolla en el tejido rugoso que rodea al implante. Su cirujano le recomendó estos implantes porque le vendrían mejor para tener mayor agarre a los tejidos cuando hiciera deporte -Cristina era muy aficionada-. Esa fricción continua durante años sería la que le habría provocado el cáncer.
Cristina ha tenido que recibir un tratamiento de radioterapia, tiene dos ganglios inflamados y los médicos estudian ahora la posibilidad de que tenga metástasis. “No duermo, me entran ataques de ansiedad y hay días enteros que los paso llorando”, lamenta.
Allergan retiró los implantes en 2019
Aunque ella lo desconocía cuando le diagnosticaron el cáncer, los implantes de marca Allergan fueron retirados del mercado en 2019 en países como EEUU, Canadá y también la Unión Europa. "A mi no me avisó nadie", explica la afectada. Eso aumentó la incertidumbre en Cristina, que quiso reprochar a la empresa su irresponsabilidad.
La gaditana ha decidido demandar a la compañía Allergan. Le pide una indemnización de 124.000 euros. La compañía le ofrece 6.000 euros por los problemas causados pero Cristina ha decidido llegar hasta el final y su demanda ya fue admitida a trámite el pasado 21 de enero.
“Me han metido veneno en el cuerpo. Me han introducido un cáncer y se quieren ir de rositas”, explica Cristina a El Español. “Si doy el paso de contar esto es porque quiero que otras mujeres que puedan estar en una situación similar a la mía se ahorren este sufrimiento y se quiten o se cambien los implantes a tiempo”.
