Según recoge El Caso, el día 1 de enero se encontró el cuerpo sin vida de David, a un joven de 27 años que murió de manera repentina en su casa, en Guildford, en Gran Bretaña. A finales de año notó un dolor en el pecho y fue de urgencias; ante la situación de pandemia que vive el país, lo hicieron esperar en una sala de posibles contagiados por coronavirus.
El hombre, que estaba seguro de que no tenía la Covid-19, decidió marcharse de esta zona antes de tener los resultados de la prueba PCR por miedo a contagiarse y contagiar también a su familia. David Warner está casado y tenía una hija de seis meses y un niño más mayor|gran.
Se marchó del hospital antes de recibir la PCR
Como se marchó del hospital por miedo a contagiarse de coronavirus, no fue visitado y tampoco recibió los resultados de la prueba. Al cabo de pocos días fue encontrado estirado, sin vida, en el comedor de su casa. Los sanitarios que lo atendieron sospechan que murió por culpa de un ataque cardiaco, aunque las pruebas forenses lo tendrán que confirmar.
El hombre dijo a los médicos que no quería estar ni un segundo más en aquella zona con posibles infectados de la Covid-19, que "tenía una hija de seis meses y que no la quería contagiar". Como el personal del hospital no se lo dejó cambiar de ubicación y le dijeron que tenía que seguir en aquella sala esperando los resultados, él acabó marchándose.
Fue negativo de coronavirus
Es más, días más tarde desde el hospital se pusieron en contacto con la familia para confirmar que el hombre había dado negativo a la prueba PCR de coronavirus. Su pareja, Vicky Jones, lo ha denunciado en una publicación a las redes sociales, donde|dónde pone de relieve que no lo dejaron estar apartado de los posibles contagiados de coronavirus y que por miedo, se marchó del centro. Ahora han organizado una colecta para recoger fondos para pagar el funeral de David.
