Rafael, tetrapléjico a los 19 años en un accidente de tráfico: "Tengo derecho a morir"

Su historia remueve conciencias
Rafael, tetrapléjico a los 19 años en un accidente de tráfico: "Tengo derecho a morir"
photo_camera Rafael, tetrapléjico a los 19 años en un accidente de tráfico: "Tengo derecho a morir"

Según recoge El Caso, Rafael Botella Martí es un joven que se quedó tetrapléjico a los 19 años después de sufrir un terrible accidente de coche y que celebra la aprobación de la ley de la eutanasia.

El pasado jueves se aprobó la ley de la eutanasia, que ayudará a morir dignamente a aquellas personas que lo deseen. Rafael Botella Martí es un joven valenciano de 35 años que, cuando tenía 19, sufrió un accidente de tráfico que le cambió la vida por completo, ya que se quedó tetrapléjico y desde entonces, siente dolor prácticamente cada día.

Aprobación de la ley de la eutanasia

Para Botella, el día que se aprobó la ley de la eutanasia fue "un gran día", ya que "si no se puede cuidar y no aguanta el dolor, al menos puede escoger su final", declara a La Sexta. "He visto a demasiada gente sufriendo, lo he vivido en mi propia piel. Sé la impotencia que se siente cuando alguien que no conoces de nada se cree que es tu padre, tu protector y tu dios y te diga que no puedes morir, que te tienes que aguantar y sufrir", comenta Botella.

Rafael Botella Martí / La SextaRafael Botella Martí es un joven de 35 años que quedó tetrapléjico a los 19 después de sufrir un accidente de coche y que está a favor de la ley de la eutanasia / La Sexta

Derecho a morir dignamente

Botella pidió ayuda para morir hace un año y medio, ya que sentía un dolor extremo fruto del terrible accidente. Actualmente, ya no se quiere morir, pero considera que es muy importante la aprobación de esta ley: "Si no tengo la opción de cuidarme y no aguanto más el dolor, al menos que pueda escoger mi final, que tenga una vía de escape y que pueda morir dignamente", explica en El País.

Botella también ha aprovechado la ocasión para comentar que, desde su punto de vista, de la misma manera que no se pide permiso para nacer, tampoco se tendría que pedir permiso para morir: ¿"Si alguien que está en sus plenas facultades sufre un dolor insoportable, quién eres tú para decidir por él"?, concluye el joven.

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