Una madre abre el ataúd de su hija muerta en un accidente y descubre que no es ella

La familia denunciará a la funeraría
La funeraria equivoca el ataúd y los familiares velan durante horas un cadáver ajeno
photo_camera Una madre abre el ataúd de su hija muerta en un accidente y descubre que no es ella

Según recoge El Caso, las familias de dos jóvenes que murieron en un accidente de tráfico descubren que los cuerpos de sus hijas han sido intercambiados en el tanatorio. Un error de la empresa funeraria que salió muy caro.

Mueren en un accidente y se intercambian los ataúdes

Las dos chicas, Candela Bonaldi y Eliana Benítez, las dos de 21 años, murieron el pasado viernes en un choque en l'Avenida Circunvalación de Córdoba, localidad del norte de Argentina. El accidente dejó estas dos muertes y tres heridos graves.

Las familias de Candela y Eliana decidieron velar a las dos en el mismo lugar, aunque en horarios diferentes. Después las trasladarían a diferentes cementerios. Según los familiares, la empresa Caruso, a cargo del servicio fúnebre, confundió los féretros. Dejó en la sala reservada para la familia Benítez el cuerpo de Candela, y viceversa.

"En la morgue me dijeron que el cuerpo de mi hermana estaba bien y que íbamos a poder velarla a cajón abierto", declaraba la hermana de Benítez, Nadia, al medio digital Vía Córdoba. Sin embargo, horas más tarde la empresa funeraria llamó para avisar de que el cuerpo "estaba muy golpeado y que sugerían que el velatorio fuera a cajón cerrado".

La madre mira dentro del ataúd y descubre que el cuerpo no es de su hija

Los velatorios de las dos jóvenes transcurrieron con cierta normalidad, pero poco antes de finalizar, la familia Benítez se acercó a darles el pésame a los Bonaldi. Fue entonces cuando la madre de Candela les transmitió sus dudas sobre a quién pertenecía el cuerpo que estaba en el ataúd que supuestamente correspondía a su hija.

"La madre de Candela nos pregunta si Eliana usaba anillos. Ellos no habían podido ver el cuerpo. Pero abrieron el cajón, le tocaron la mano y vieron los anillos. Candela tenía un tatuaje en uno de sus brazos que la madre no le vio, y tampoco usaba anillos", explicaba Nadia Benítez.

Las dos familias iniciarán acciones legales contra la empresa funeraria. "Eso no puede volver a pasar".

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