Vecinos de la urbanización Cuidad Equidad alertaron a las autoridades por la presencia de un cuerpo sin vida en una de las residencias. Sánchez, de 43 años, murió por las graves afectaciones que le causó el letal virus; sin embargo, su muerte pudo haber sido prevenida.
El hombre, que trabajaba como guardia de seguridad, decidió no tratar la enfermedad con atención médica porque siete de sus familiares murieron por el covid-19 mientras estaban internados en la UCI. En un año, el sujeto perdió a su abuela, a tres tíos y dos primos.
Con medicamentos y tratamientos naturales, el guardia esperaba mejorarse de la enfermedad letal. “Compró unos medicamentos y se los tomó confiando en que mejoraría, pero se complicó más y murió el lunes”, manifestó uno de los vecinos .
Según el medio digital Seguimiento, el hombre padecía de afecciones cardiacas y, con esto, dejó pasar los síntomas del coronavirus por al menos un mes. El 12 de abril y con fuerte sintomatología, los vecinos se enteraron de la muerte del guardia por los gritos de dolor de su esposa, según le cuenta un residente al medio local El Informador.
Una muerte evitable
El hermano del hombre, Jaime Alberto Sánchez Martínez, perdió ocho familiares y cree que la última muerte pudo ser fácilmente evitada. “Era una persona joven, sana y llena de salud que tenía ganas y fuerzas para vivir mucho años más”, confesó para El Tiempo y agregó que su miedo por la UCI se centraba en el proceso de intubación. Por eso, sgún Jaime, prefirió morir en su casa.
“Superó varios episodios en los que le faltaba la respiración y se ahogaba. Había días que amanecía mejor, por eso pensaba que iría mejorando, lastimosamente su salud se complicó y ya no hubo nada que hacer”, lamentó el hermano.
Sin embargo, a pesar de las denuncias que realizaban para que se llevara a cabo el levantamiento del cuerpo, el familiar del fallecido señaló a los vecinos de su hermano por atacarlos cuando falleció. “Los vecinos en la urbanización, a pesar de la tragedia que estábamos afrontando por esta nueva pérdida, nos atacaban e insultaban porque el cuerpo de Leonardo llevaba más de 32 horas dentro de la habitación y nosotros no sabíamos qué hacer”, reveló al medio.
Según Jaime, su familia no le prestó la debida atención al virus y pensaban que se trataba de una afección menor. Sin embargo, el familiar del fallecido le envía un mensaje a aquellos que, como sus fallecidos parientes, subestiman el efecto de la letal enfermedad: “Toda esta tragedia debe servirle de ejemplo al mundo entero para que se cuiden y no duden nunca en ir a una clínica porque solo así hay posibilidades de salvarse”.
