Según recoge El Caso, "aquí hay un congelador, pero está cerrado". Poco se imaginaba este investigador de Scotland Yard que estaba registrando el piso de Zahid Younis, un hombre británico de 36 años, que al abrir aquel congelador encontraría dentro el cuerpo de dos mujeres. El primero era el deHenriett Szucs, una prostituta húngara de 34 añosdesaparecida en 2016, mientras que el segundo era el de Mihrican Mustafa,una madre de dos hijos que en 2018 se esfumó sin dejar rastro.
Los cadáveres llevaban tanto tiempo congelados juntos que se habían fusionado.
Frío, calculador y manipulador
Ante el macabro descubrimiento y sin coartadas posibles, Zahid Younis, de Canning Town, al este de Londres, no tuvo problemas en admitir que él había metido los dos cuerpos sin vida de las dos mujeres desaparecidas en el congelador, aunque sigue manteniendo que no las asesinó, sino que se las encontró muertas.
En un primer momento, el plan le salió bien, ya que tras declararse la desaparición de la prostituta húngara nadie la reclamó ni incidió en su búsqueda, lo que provocó que el caso se archivara en considerarse que había cambiado de país de residencia.
Zahid Younis, el asesino que escondía los cadáveres en un congelador de su casa / Metropolitan Police
Todo dio un giro de 180 grados en 2018, con la desaparición de Mihrican Mustafa, ya que sus hijos no cegaron en su empeño de encontrarla, al considerar que no tenía ningún motivo para irse sin decirles nada. Fue entonces cuando la policía descubrió que la desaparecida había tenido relación con Zahid Younis, un delincuente sexual recurrente.
Y es que el asesino, con varias denuncias por abuso sexual, había llegado a estar encarcelado por dejar embarazada a una niña de 14 años.
La muerte de Mihirican se podría haber evitado
Uno de los asuntos más terribles de todo el suceso es que el segundo asesinato se podría haber evitado. Justo después de la desaparición de la prostituta húngara, en 2016, la policía acudió a casa del asesino, que en alguna ocasión había contratado los servicios de Henriett Szucs, y llegó a entrevistarlo dentro del apartamento. El piso, con la desaparecida dentro del congelador, estaba destrozado, pero el Younis esquivó las sospechas afirmando que estaba haciendo reformas.
Imagen de las evidencias encontradas en el piso del asesino del congelador / Scotland Yard
Violencia extrema
Las autopsias practicadas a los dos cadáveres han certificado que las víctimas habían sido sometidas a "una violencia muy significativa" y que sufrieron lesiones consistentes en patadas y puñetazos. Ambos cadáveres tenían múltiples fracturas en las costillas, Szucs había sufrido espantosas lesiones en la cabeza mientras que Mustafa sufrió la fractura del esternón y de la laringe.
