Mariana Ojeda, de 30 años de edad, madre de tres hijos, se encontraba en casa con sus dos pequeños mientras su hija mayor estaba en casa de la abuela y Gabriel, su marido, estaba trabajando. Las alarmas saltaron cuando la joven no acudió a recoger a su hija, como había quedado con la familia.
Tras varios intentos de llamadas, sin éxito, la familia comenzó a preocuparse y avisaron a su marido de que Mariana no respondía y no tenían ninguna noticia suya. Fue en ese momento cuando el hombre, asustado, volvió a llamar en repetidas ocasiones a su mujer hasta que finalmente lo cogió su otro hijo, de solo tres años.
“Mamá está durmiendo", aseguró el pequeño. Una afirmación que alteró aún más a Gabriel, que sabía que algo estaba pasando. Decidió ir de inmediato a su domicilio y allí se encontró con la tragedia: su mujer y su hija de 2 meses se encontraban fallecidas en la cama, como recoge Clarin.
La autopsia determinará las causas de la muerte, aunque aparentemente ninguna tenia ningún signo de violencia. Las hipótesis apuntan a que la mujer, que sufría de hipertensión severa, habría sufrido un shock y, al fallecer, asfixió a la pequeña, que se encontraba amamantando.
Gabriel contó a las autoridades que esa mañana su mujer se había notado un zumbido en el ojo, por lo que le aseguró que iba a controlarse la presión. Finalmente solo unas pocas horas después falleció.
El fiscal de Instrucción N°6, Gustavo Robineau, se ha hecho cargo de la investigación y se están esperando los resultados de las autopsias para avanzar en la causa.