Según recoge El Caso, Úrsula Bahillo, una joven de 18 años, ha sido asesinada con un arma blanca por su expareja, Matías Ezequiel Martínez, un policía de 25 años, en la ciudad de Rojas (Argentina). La joven había denunciado 18 veces en Martínez por violencia de género y había impuesto una orden de alejamiento desde el 5 de febrero.
Un policía mata a su expareja después de 18 denuncias por maltratos
Martínez clavó 15 puñaladas en la espalda, el torso y el cuello a la víctima, según el informe de la autopsia. Los agentes que se desplazaron al lugar detuvieron al joven, que permaneció sentado al lado del cadáver de Úrsula.
Según fuentes locales, el asesino, que tiene antecedentes de violencia sexual contra la víctima y otras mujeres, intentó escapar pero fue intervenido en su huida. Además, presentaba heridas de arma blanca a raíz de un aparente intento de suicidio.
Los últimos mensajes de Úrsula con sus amigas son demoledores: "Si me matan ya sabes quién fue", le escribió a Belén Miranda, que también fue pareja del asesino.
El echo de que la joven de 18 años hubiese denunciado hasta 18 veces y habiese impuesto una orden de alejamiento contra su expareja y aun así se haya perpetrado este atroz crimen ha causado indignación en Argentina. Clamor por la falta de respuesta de las autoridades judiciales, que no brindaron protección a la joven a pesar de las denuncias y advertencias. "Queremos justicia porque quien mató a mi hija es un efectivo de la Policía de Buenos Aires, que fue denunciado varias veces por violencias de género", ha asegurado Patrícia, madre de Úrsula, que ha pedido "como mínimo" una condena de cadena perpetua para Martínez.
Cuando las amigas y amigos de Úrsula salen a reclamar porque denunció al femicida 18 veces y nadie hizo nada la respuesta es la represión. Pero el machismo no existe y nosotras somos locas que lo único que queremos es no depilarnos.pic.twitter.com/36MO1COhwb
— Daniela 💚 ☀️ (@SalameEsAmor) February 9, 2021
Concentraciones en la Argentina por el asesinato
El lunes por la noche decenas de personas se concentraron en Rojas para exigir justicia para|por la joven asesinada. Hubo pedradas contra la comisaría, automóviles incendiados y una dura represión policial. El martes, familiares, amigos y vecinos volvieron a manifestarse.
El miércoles, mientras en Rojas una multitud acompañaba el cortejo fúnebre, en Buenos Aires alzaron su voz familiares de otras víctimas de feminicidios para denunciar la política del Gobierno de la provincia (Buenos Aires) y del Gobierno nacional.
