Según recoge El Caso, tres policías han apaleado a un hombre negro durante cinco minutos, en una nueva agresión racista, en París (Francia). Los agentes golpean reiteradamente a Michel Zecler, un joven productor musical de raza negro que no llevaba mascarilla. Puñetazos, de pie y de porra, sin ningún tipo de escrúpulo, a las puertas de un estudio de grabación. Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad y se han hecho virales a las redes sociales.
Paradójicamente, el escándalo racista se produce mientras el Gobierno francés trata de aprobar una ley para restringir la difusión de imágenes de las intervenciones policiales. Es decir, no quieren que los ciudadanos graben a los agentes policiales en servicio y, quien lo haga, será sancionado con un año de prisión y 45.000 euros.
Tres policías agreden brutalmente a Michel Zecler, un joven negro
Las imágenes son incuestionables: tres policías agreden brutalmente al productor musical Michel Zecler, en la entrada de un estudio de música en París. Según la declaración de los agresores, todo empezó cuando los tres agentes lo llamaron repetidas veces por no llevar mascarilla de seguridad contra la Covid-19. "Cuando intentamos interceptarlo, nos forzó a entrar al edificio", añadieron los agentes. Pero esa versión de los echos es bastante matizable. En el vídeo se aprecia a los tres oficiales entrando en el estudio con Michel cogido, mientras le dan puñetazos y lo arrinconan en la entrada. A continuación, cierran la puerta y empieza la 'fiesta': más puñetazos, patadas y porrazos. Michel se tapa la boca y el rostro, indefenso, durante 5 minutos, mientras los policías siguen con la agresión mezquina. Según Michel, mientras lo zurraban, los agentes le profirieron insultos racistas como "sucio negro de mierda".
Las personas que estaban en la planta baja del estudio de grabación oyeron el ruido y los gritos de los protagonistas y acudieron a su auxilio. Al ver la escena, los compañeros de trabajo de Mitchel interceptaron los golpes de los agentes, que inmediatamente salieron del local. Pero el despropósito continuó. Después de salir, los tres policías forzaron la puerta para volver a entrar al estudio y tiraron una granada lacrimógena dentro. Finalmente, Michel acabó detenido, acusado de ultraje, rebelión y de haber querido apoderarse de las armas de los agentes.
Tres policías agreden a Michel Zecler, un hombre negro, en París / Euronews
Las imágenes se han difundido y el ministro de Interior ha cesado los agentes
Las imágenes de las cámaras de seguridad se han difundido rápidamente y el poder público no tardó a tomar medidas. Sabéis aquello de 'cortarle la cabeza al otro para salvar el tuyo', pues algo parecido. El mandatario galo, Emmanuel Macron, se reunió con el ministro de Interior, Gérald Darmanin, y le exigió mides contra los agresores. Inmediatamente, el ministro de Interior anunció la suspensión de los cuatro policías involucrados en la agresión racista en París en un programa, en horario de máxima audiencia en la televisión. El mismo Darmanin acusó a los agentes "de ensuciar el uniforme". Y añadió: "Cuando hay personas que meten la pata, tienen que renunciar al uniforme, tienen que dejar el trabajo y tienen que ser castigadas por la justicia". Además, también se han retirado todos los cargos contra Michel Zecler.
La Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) ha convocado a los policías acusados, los cuales serán puestos bajo custodia para ser interrogados, según ha indicado la fiscalía de París.
Un nuevo escándalo que sacude al Gobierno francés
Esta nueva agresión ha salido a la luz mientras se discute el polémico proyecto de ley "Seguridad Global", que reprime la difusión de imágenes de policías durante sus intervenciones. El texto, adoptado el martes a la Asamblea Nacional, tiene que ser examinado por el Senado, pero ya ha generado controversias. El artículo más polémico del texto castiga con un año de prisión y 45.000 euros de multa la difusión de la "imagen de la cara o de cualquier otro elemento identificativo" de los miembros de las fuerzas del orden en acción, según ha publicado el diario Le Figaro. Los sindicatos policiales y los partidos y organizaciones de derecha y extrema derecha lo aprueban. Dicen que servirá para proteger a los agentes de eventuales amenazas y agresiones. Pero la izquierda y los autodenominados "defensores de las libertades públicas" ven en esta ley una "ofensa desproporcionada" a la libertad de informar, y una señal de la deriva autoritaria de la presidencia de Macron.
Pero Michel Zecler lo tiene muy claro: "Sin este vídeo estaríais publicando la misma historia, pero con un titular totalmente diferente: un joven agredió policías, intentó apoderarse de su arma, los golpeó", lamentó.
No es la primera vez que la brutalidad policial injustificada se evidencia de esta manera. Desgraciadamente, es un hecho el cual nos tienen bastante acostumbrado. Ahora, los franceses se preguntan si estas agresiones, con la nueva propuesta legislativa, quedarán impunes.
