Miguel Zaragoza es el nombre de este agente que ya ha sido felicitado por sus superiores y que reconoce que se fue a su casa "sin ser consciente de qué había hecho".
Y lo que hizo fue salvar la vida a un joven sin piernas que se desangraba sobre el asfalto.
Cuenta Miguel a Informaciones que paseaba con su mujer por la calle cuando vieron el accidente. Dos conductores, arreglaban los papeles de lo que parecía ser un pequeño choque por alcance. Fue en ese momento cuando un tercer vehículo les arrolló causando a la joven las terribles heridas.
Sin dudarlo ni un segundo se dirigió hacia el lugar del incidente y se encontró a la víctima con las dos piernas amputadas y perdiendo mucha sangre.
Aplicando los conocimientos adquiridos recientemente, Miguel le practicó un torniquete con su cinturón en una pierna y con el de su mujer, primero, y el de otra testigo, después, un segundo en la otra pierna.
Miguel también contó con la ayuda del padre de la víctima que colaboró hasta la llegada de la ambulancia.
Este héroe, según palabras de los sanitarios que atendieron a la víctima cuenta que se la chica se encontraba consciente aunque en estado se shock, llegando a quejarse de lo apretado del torniquete.
Fueron diez o quince minutos en los que, según Miguel la joven le abrazaba mientras perdía las fuerzas.
Las felicitaciones recibidas no quitan que Miguel siga preguntándose si podría haber hecho algo más por la joven como conseguir hielo para conservar los miembros amputados de la víctima de cara a su posible reimplantación.
